2005-06-25 17:50:12

«En la verdad la paz», lema del mensaje de Benedicto XVI para la XXXIX Jornada Mundial de la Paz del 1 de enero de 2006


Sábado, 25 jun (RV).- En la verdad la paz». Es el lema, que ha sido publicado hoy, que centrará el Mensaje de Benedicto XVI para la 39 Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el próximo 1 de enero de 2006. Con este tema, el Papa reitera la afirmación de la Constitución conciliar Gaudium et Spes, señalando que «la humanidad no logrará construir un mundo más humano para todos los hombres en toda la extensión de la tierra, sin que todos se conviertan con espíritu renovado a la verdad de la paz» (n.77)

Pues, en efecto - recuerda la nota que presenta este Mensaje pontificio - «la paz posee una intrínseca e invencible verdad, que corresponde, como todos experimentamos, a un anhelo y a una esperanza indestructibles, que viven en el corazón de los hombres. Verdad, que, a su vez, es «el fruto del orden plantado en la sociedad humana por su divino Fundador, y que los hombres, sedientos siempre de una más perfecta justicia, han de llevar a cabo». (n. 78)

Una vez más, el magisterio pontificio - afianzándose en el Concilio Vaticano II - recuerda, precisamente, que «la paz es verdadera porque responde al anhelo inscrito por el Creador en el corazón de todo ser humano». En este contexto, haciendo hincapié en que «la naturaleza humana tiene exigencias profundas», Benedicto XVI advierte que «los derechos humanos claman su actuación». Y que «el derecho natural de gentes y sus principios universales» (cfr N.79) exigen ser respetados. Así como también se debe actuar «la justicia, entendida como dar a cada uno lo que justamente le corresponde».

Citando las palabras de su Predecesor, el Siervo de Dios Juan Pablo II, ante la Asamblea de las Naciones Unidas, el 5 de octubre de 1995, sobre «la ‘gramática natural’ que sirve al mundo para afrontar su mismo futuro», Benedicto XVI recuerda que «cuando la acción humana no respeta el orden de las cosas, cuando coarta la vida humana impidiendo su desarrollo, cuando impone sacrificios intolerables a los pueblos, no puede haber paz, porque no se respeta de ninguna manera la verdad de las cosas».

El Papa destaca que la paz es el orden que pacifica, permitiendo el desarrollo pleno de la verdad del hombre. Puesto que la verdadera paz reconcilia, ayuda a salir del ensimismamiento. Y la verdad ilumina, dejando entrever la senda que conduce hacia las relaciones humanas auténticas. Permite corregir los errores, reconciliarse consigo mismo y con los demás, ser trasparentes en las contrataciones y fieles a la palabra dada.







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