El Papa agradece la generosidad de la ROACO en favor de las iglesias orientales y
Tierra Santa, de donde llegan señales esperanzadoras
Jueves, 23 jun (RV).- Benedicto XVI alienta a la Reunión de las Obras para la Ayuda
a las Iglesias Orientales a seguir impulsando la reconciliación entre los cristianos
de Ucrania y agradece la generosidad de la ROACO en favor de los hermanos en dificultad
y en Tierra Santa, de donde llegan señales positivas.
Benedicto XVI ha alentado a los miembros de la Reunión de las Obras para la Ayuda
a las Iglesias Orientales a proseguir en su misión de impulsar la reconciliación entre
los cristianos de Ucrania y ha reiterado su profunda gratitud por la generosidad de
la misma ROACO en favor de Tierra Santa y de los hermanos en dificultad.
Al recibir esta mañana a los participantes en la Asamblea anual de la ROACO, que se
celebra en el Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos y que finalizará
mañana, el Papa ha agradecido, una vez más, el importante servicio que brindan estas
Obras a la Iglesia Universal.
Con el anhelo de que prosigan en este «admirable compromiso, extendiendo cada vez
más las perspectivas de su acción», el Santo Padre se ha referido a los temas que
centran la Asamblea. Es decir, la situación de la Iglesia greco-católica en Ucrania;
Jerusalén y Tierra Santa y la formación – tanto en Roma como en sus países de origen
-de sacerdotes, religiosos y seminaristas, que pertenecen a las distintas Iglesias
Orientales Católicas.
En particular, Benedicto XVI ha manifestado su alegría y esperanza ante el continuo
desarrollo de la Iglesia greco-católica en Ucrania, después del «triste invierno del
régimen comunista... puesto que la antigua y noble herencia espiritual», que custodia
esta comunidad «constituye un verdadero tesoro para el progreso de todo el pueblo
ucranio»: «Por lo tanto, os pido que sostengáis su camino eclesial, favoreciendo todo
lo que impulsa la reconciliación y la fraternidad entre los cristianos de la amada
Ucrania».
El Pontífice ha recordado «la caridad tangible» que enlaza a los cristianos de tradición
latina y a los de tradición oriental, destacando la atención que los miembros de la
ROACO dedican a «Jerusalén y Tierra Santa, hacia las cuales todos los cristianos tienen
una deuda que no se puede olvidar». Destacando las señales positivas que llegan, Benedicto
XVI ha invitado a rezar para que se logre la reconciliación: «Algunas señales positivas,
que nos llegan en estos últimos meses, refuerzan la esperanza en que no tardará en
llegar el día de la reconciliación entre las distintas comunidades que trabajan en
Tierra Santa. Por ello no cesamos de rezar con confianza».
Tras poner de relieve que en el «tiempo presente - marcado a menudo por el individualismo
- es más necesario que nunca que los cristianos ofrezcan el testimonio de una solidaridad
que cruce cualquier frontera, para construir un mundo en el que todos se sientan acogidos
y respetados», el Papa ha hecho hincapié en que «aquellos que cumplen esta misión,
personal o comunitariamente, se vuelven propagadores de amor auténtico, amor que libera
el corazón y lleva por doquier la alegría que nadie puede apagar, porque proviene
del Señor».
En el contexto de la formación de los sacerdotes, seminaristas y religiosos, el Papa
ha destacado también la importante presencia -cerca de la Sede de Pedro - de más
de quinientos alumnos orientales de la Iglesias católicas, recordando la necesidad
de seguir impulsando la ayuda material, la acción formativa, que profundice en la
genuina tradición local y la auténtica actualización señalada por el Concilio Vaticano
II.