“Trabajando por una sociedad justa, se expresa la solicitud de la Iglesia por el verdadero
bien del hombre”, mensaje del Papa a los obispos de Madagascar al final de su visita
ad limina
Sábado, 18 de jun (RV).- En este Año de la Eucaristía, Benedicto XVI ha invitado a
los obispos de Madagascar a renovar su entrega a Cristo, que no cesa de donarse en
este sacramento y, por medio de una vida ejemplar, en comunión activa conduzcan a
los fieles hacia una amistad cada vez más intensa con el Señor, impulsándolos a vivir
una caridad cada vez más generosa con los hermanos.
El Papa ha destacado que, de esta manera, los prelados malgaches – que hoy han finalizado
su quinquenal visita ad limina apostolorum - sostendrán “el compromiso de los laicos
en sus diócesis y en la vida pública, en fidelidad a la vocación que han recibido”,
por el bien de todos los hombres que la Iglesia anhela: “En efecto, trabajando para
establecer una sociedad más justa, luchando contra la corrupción, la inseguridad y
todas las formas de explotación de los más pobres, se expresa la solicitud de la Iglesia
por el verdadero bien del hombre”.
El Santo Padre ha hecho hincapié asimismo en que del ministerio episcopal mana la
exigencia de ayudar a los fieles a adquirir una fe iluminada, arraigada en el encuentro
personal con Cristo, para poder “discernir dónde se encuentra la verdad” y “afrontar
los problemas actuales en profunda fidelidad con las enseñanzas del Señor”. Tras destacar
que “en esta perspectiva, la inculturación de la fe en la cultura malgache sigue siendo
un objetivo importante, Benedicto XVI ha subrayado también que “la acogida de la modernidad
no excluye este arraigo”. Todo lo contrario, “es indispensable, para lograr un progreso
auténtico en la búsqueda de la unidad de los discípulos de Cristo”, sin caer en el
“relativismo religioso”: “El establecimiento de relaciones fraternas y confiadas debe,
sin embargo, asumir las exigencias de la identidad católica en la verdad, evitando
todo gesto que pudiera, no sólo perturbar a los fieles, sino incluso alimentar el
relativismo religioso”.
En su discurso a los obispos de Madagascar, el Pontífice ha puesto de relieve asimismo
la importante colaboración de los sacerdotes, que viven a menudo en condiciones difíciles,
desarrollando su apostolado generosamente al lado de la población. Y, reiterando su
exhortación a los prelados malgaches a cuidar con esmero la formación en los seminarios
y la formación permanente, el Papa ha recordado que “el anuncio del Evangelio requiere
sacerdotes de calidad intelectual, espiritual y moral, que en toda su vida brinden
un testimonio de entrega sin reservas a la persona de Cristo y a su Iglesia”.
Al finalizar su encuentro con los prelados de la Conferencia Episcopal de Madagascar,
Benedicto XVI ha saludado con cariño también a todos los religiosos, religiosas, catequistas
y fieles de esta nación africana, alentándolos a “perseverar en su testimonio de fe
y de caridad cristiana, también en las condiciones tan difíciles que tienen que afrontar
a menudo, apreciando asimismo el trabajo generoso de los misioneros”.