Mons. Foley: “Los medios de Comunicación sean agentes de paz en el mundo”
Viernes, 10 jun (RV).- “Es imposible negar que los medios de comunicación social son
un elemento fundamental de la experiencia contemporánea. Y en esta nueva era inaugurada
por la cultura de los medios de información es urgente volver a encontrar la centralidad
de la persona humana”, convirtiéndonos de este modo en “agentes y constructores de
paz en un mundo convulsionado por las divisiones”. Lo ha dicho durante su intervención
esta mañana en la 10a Conferencia europea de cristianos sobre Internet, Mons. John
Foley, Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales.
Citando
la Carta Apostólica de Juan Pablo II “El rápido desarrollo”, escrita por el Papa pocas
semanas antes de su fallecimiento, Mons. Foley ha explicado que desde el Concilio
Vaticano II hasta hoy, la Iglesia ha insistido a menudo sobre la necesidad de entablar
un diálogo con los medios de comunicación, conciente de que su desarrollo plantea
importantes interrogantes: su poder de condicionamiento, el riesgo de enormes concentraciones,
de instrumentalizaciones y manipulaciones.
Pero al mimo tiempo, ha añadido
el prelado, “la Iglesia reconoce la gran contribución que los medios de comunicación
dan al progreso de la humanidad. De ahí, el deber para la comunidad eclesial de dar
un nuevo impulso a este ámbito, gracias a una oportuna formación de los agentes de
comunicación, no solamente católicos, para que la enorme capacidad de los instrumentos
estén acompañados por una adecuada y madura formación del personal, capaz de armonizar
la propia fe con los lenguajes de la comunicación moderna, para llegar a toda la humanidad
unificada en un aldea global”.
Esta nueva cultura debe estar basada, ha dicho
el jefe del dicasterio vaticano para la comunicación, “en los valores universalmente
válidos y orientada al bien común, teniendo como guía el principio ético del respeto
por la vida humana”. El arzobispo John Foley ha terminado recordando una frase del
Papa Juan Pablo II: “los criterios supremos de la verdad y de la justicia, en el ejercicio
maduro de la libertad y de la responsabilidad, constituyen el horizonte dentro del
cual se sitúa una auténtica deontología en la fruición de los modernos y potentes
medios de comunicación social”.