Ángelus: llamamiento por la paz en Bolivia y para la liberación de la cooperante italiana
secuestrada en Afganistán
Lunes, 6 jun (RV).- Con dos apremiantes llamamientos en favor de la paz en Bolivia
y de la liberación de la cooperante italiana secuestrada en Afganistán, Benedicto
XVI destaca “el amor de Dios para con la humanidad, su voluntad de salvación universal
y su infinita misericordia”.
En la cita para el rezo del Ángelus dominical, recordando la celebración de la solemnidad
del Sagrado Corazón de Jesús y del Corazón Inmaculado de María, el Papa invitó a rezar
para que “todo el mundo conozca la paz verdadera”.
Con dos apremiantes llamamientos en favor de la paz en Bolivia y de la liberación
de la cooperante italiana secuestrada en Afganistán, Clementina Cantoni, Benedicto
XVI ha destacado este domingo “el amor de Dios para con la humanidad, su voluntad
de salvación universal y su infinita misericordia”. Recordando la celebración de la
solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús y del Corazón Inmaculado de María, el Papa
ha invitado a rezar para que “todo el mundo conozca la paz verdadera”.
En la tradicional cita dominical para el rezo mariano del Ángelus, a la que han acudido
numerosísimos peregrinos que acogieron con grandes aplausos las palabras del Papa,
el Santo Padre ha expresado este mediodía su preocupación ante las tensiones sociales
y políticas en varias partes del mundo, invitando a rezar, en especial, por el amado
pueblo boliviano: “Varias partes del mundo experimentan, lamentablemente, en la hora
presente, tensiones sociales y políticas, con el riesgo de que en algunos casos estallen
graves conflictos. En este momento, mi pensamiento se dirige, en particular, a Bolivia
y a la preocupante situación que allí se está viviendo. Al tiempo que invito a rezar
por aquel amado pueblo, encomiendo a la Virgen mi esperanza y mi llamamiento para
que prevalezcan en todos la búsqueda del bien común, el sentido de responsabilidad
y la disponibilidad al diálogo abierto y leal”.
Benedicto XVI se ha referido asimismo a la difícil situación de Afganistán, pidiendo
la liberación de la cooperante italiana secuestrada en Kabul el pasado 16 de mayo
y exhortando a construir la paz entre todos los pueblos del mundo: “Dirigiendo ahora
mi pensamiento a otro escenario de tensiones y de conflictos, uno mi voz a la del
presidente de la República Italiana, del presidente de Afganistán y de los pueblos
italiano y afgano para pedir la liberación de la cooperante italiana Clementina Cantoni.
Que la dolorosa experiencia que esta hermana nuestra está viviendo impulse a buscar
con todos los medios el pacífico y fraternal entendimiento entre los individuos y
las naciones”.
Introduciendo el rezo a la Madre de Dios, el Santo Padre ha recordado la solemnidad
del Sagrado Corazón de Jesús, que celebramos el viernes pasado, tan arraigada en el
pueblo cristiano. Destacando que en el lenguaje bíblico el “corazón indica el centro
de la persona, de sus sentimientos y de sus intenciones, el Papa ha subrayado asimismo
que este culto es adorar el Corazón de Cristo, que amándonos hasta el fin, fue atravesado
por una lanza y desde la Cruz manó sangre y agua, manantial inextinguible de vida
nueva.
Tras señalar que en la festividad del Sagrado Corazón se celebró también la Jornada
Mundial para la santificación de los sacerdotes, ocasión propicia para rezar por esta
intención, Benedicto XVI evocó la profunda devoción al Corazón de Cristo que profesó
el beato Juan Bautista Scalabrini, obispo y patrono de los emigrantes, del que el
pasado uno de junio celebramos el centenario de su muerte.
Y recordando a este fundador de los Misioneros y Misioneras de San Carlos Borromeo,
el Papa aseguró su cercanía espiritual a todos aquellos que se encuentran lejos de
su patria y, a menudo de sus familiares, con el anhelo de que “encuentren siempre
en su camino rostros amigos y corazones acogedores, que los sostengan en los momentos
difíciles de cada día”.
“El corazón que más se asemeja al de Cristo es sin duda el corazón de María, su Madre
Inmaculada”, ha reiterado Benedicto XVI y “respondiendo a la invitación que dirigió
la Virgen de Fátima”, el Papa ha alentado a encomendar a la Madre de Dios “al mundo
entero, para que experimente el amor misericordioso de Dios y conozca la paz verdadera”.
El Pontífice recordó también la Jornada del deporte, que se celebra hoy en Italia.
Y destacando la importancia de tutelar los auténticos valores de la actividad deportiva,
que se enlazan con la naturaleza, el Papa se refirió también a la Jornada Mundial
del Ambiente, promovida por la UNESCO. Exhortando a que el deporte practicado de forma
sana favorezca la hermandad y la solidaridad entre las personas y el respeto y la
valoración del ambiente natural.
Tras saludar a un numeroso grupo de miembros del Movimiento de los Focolares, provenientes
de toda Europa, que participan en un encuentro sobre el servicio en las parroquias,
Benedicto XVI ha saludado también a los fieles de habla hispana:
“Doy una cordial bienvenida a los fieles de lengua española, en especial a los grupos
parroquiales de Sabadell, que peregrinan a la tumba de Pedro para confesar la fe en
Cristo. Invito a todos a ser fieles testigos del Evangelio, a ejemplo de los Apóstoles,
y os bendigo de corazón, a vosotros y a vuestras familias. ¡Feliz Domingo!”