Clausura del mes de mayo en los Jardines Vaticanos: María “nos ayuda a descubrir cada
vez más el gran sacramento de la Eucaristía”
Miércoles, 1 jun (RV).- Benedicto XVI presidió anoche a las 9, la Celebración de la
Palabra para la conclusión del mes dedicado a la Virgen María, en la Gruta de Lourdes
de los Jardines Vaticanos. El acto se había iniciado a las 8 de la tarde, con una
procesión presidida por Mons. Angelo Comastri, Vicario de Su Santidad para la Ciudad
del Vaticano, con la participación de un nutrido grupo de fieles. La procesión tuvo
su inicio en la Iglesia de San Esteban de los Abisinios, y durante la misma se ha
rezado el Santo Rosario.
El Papa en su breve alocución comenzó agradeciendo la presencia numerosa de fieles,
así como de los prelados de la Curia romana, dirigiéndose de modo especial a las religiosas
contemplativas del Monasterio Mater Ecclesiae, situado en el Estado de la ciudad del
Vaticano, que se han unido espiritualmente al acto mariano.
El Pontífice, se refirió más adelante a María, la «mujer eucarística», como la llamó
el querido Papa Juan Pablo II en su Encíclica Ecclesia de Eucaristía, que en este
año particular “nos ayuda sobre todo a descubrir cada vez más el gran sacramento de
la Eucaristía”. «De modo particular», continuó afirmando Benedicto XVI, «hoy meditamos
el misterio de la Visitación de la Virgen María a Santa Isabel. Podríamos decir que
su viaje ha sido la “primera procesión eucarística” de la historia».
«El gozo de Isabel y del hijo que lleva en el seno, se preguntó el Papa, ¿no es quizás
el mismo gozo que experimenta la Iglesia que constantemente acoge a Cristo en la Santa
Eucaristía y lo lleva al mundo con el testimonio de la caridad operante, impregnada
de fe y de esperanza?» Por eso, el Papa concluyó sus palabras invitándonos «a seguir
e imitar a María, un alma profundamente eucarística, para que toda nuestra vida se
convierta en un Magnificat». Benedicto XVI ha concluido la Celebración impartiendo
su bendición apostólica a todos los presentes.