Angelus: “en la luz del misterio Pascual se revela plenamente el centro del cosmos
y de la historia: Dios mismo, Amor eterno e infinito”
Domingo, 22 may (RV).- Este mediodía, Su Santidad Benedicto XVI se ha asomado a la
ventana del Palacio Apostólico Vaticano para rezar el Angelus con los peregrinos congregados
en la plaza de san Pedro.
En sus palabras previas a la oración mariana, el
Papa se ha referido a la fiesta litúrgica que celebramos este domingo, la Solemnidad
de la Santísima Trinidad, que, según el Pontífice, subraya que “en la luz del misterio
Pascual se revela plenamente el centro del cosmos y de la historia: Dios mismo, Amor
eterno e infinito”.
Y es que, como ha continuado afirmando el Papa, “el amor
es siempre un misterio, una realidad que supera a la razón sin contradecirla, más
aún, le exalta sus potencialidades”. “La teología cristiana –ha indicado Benedicto
XVI- sintetiza la verdad sobre Dios con esta expresión: una sola sustancia en tres
personas, Dios no es soledad, sino perfecta comunión. Por eso la persona humana, como
imagen de Dios, se realiza en el amor, que es don sincero de sí mismo”.
El
Santo Padre ha agregado que “participamos de este misterio en la Santísima Eucaristía,
Sacramento del Cuerpo y la Sangre de Cristo, representación de su sacrificio Redentor”.
Y por ello, ha dirigido con gran alegría su saludo a los participantes en el Congreso
Eucarístico de la Iglesia italiana, que comenzó ayer en Bari, sobre el tema “Sin el
domingo no podemos vivir”.
“En el centro de este Año dedicado a la Eucaristía
–ha dicho el Pontífice-, el pueblo cristiano converge en torno a Cristo presente en
el Santísimo Sacramento, fuente y culmen de su vida y de su misión. En particular,
cada parroquia está llamada a redescubrir la belleza del Domingo, Día del Señor, en
el que los discípulos de Cristo renuevan en la Eucaristía la comunión con Aquél que
da sentido a los gozos y a las fatigas de cada día. ‘Sin el domingo no podemos vivir’:
así profesaban los primeros cristianos, incluso a costa de la vida, y así estamos
llamados a repetir hoy nosotros”.
Benedicto XVI ha expresado su unión espiritual
desde este momento con los participantes en el Congreso, esperando estar presente
en Bari el próximo domingo para presidir la Solemne concelebración Eucarística de
clausura, en el que será su primer viaje apostólico fuera del Vaticano.
El
Pontífice ha concluido sus palabras pidiendo la intercesión de la Virgen María para
que este acontecimiento eclesial encienda en la Iglesia italiana un renovado ardor
de fe, esperanza y caridad. Y ha encomendado a María a los niños, adolescentes y jóvenes,
que en este período hacen su primera Comunión o reciben el sacramento de la Confirmación.
Tras
el rezo del Angelus y del responso por los fieles difuntos, el Papa ha saludado en
varios idiomas a los miles de peregrinos presentes en la plaza de san Pedro. Este
ha sido el saludo de Benedicto XVI en español:
“Saludo con afecto
a los peregrinos de lengua española, especialmente a los miembros de la Obra de la
Iglesia, llegados para participar en esta oración mariana. Profesad vuestra fe en
la Santísima Trinidad, glorificando, con vuestras palabras y acciones, al Padre, al
Hijo y al Espíritu Santo. ¡Feliz domingo!”