Mariana de Molokai, ejemplo de entrega desinteresada al servicio de los leprosos abandonados
Sábado,14 may (RV).- Esta tarde serán proclamadas beatas 2 religiosas: la española
Ascensión del Corazón de Jesús y la estadounidense María Ana Barbara Cope, conocida
como la monja Mariana de Molokai. La ceremonia que se celebrará a las 5 de la tarde
en la basílica de San Pedro del Vaticano, será oficiada por el cardenal José Saraiva
Martins, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.
Sor Mariana Cope, nació en Alemania en 1838. Emigró con su numerosa familia a EEUU
a los dos años. Tras haber trabajado de jovencita en una fábrica de lana, más tarde
entró en el convento de las religiosas de la Tercera Orden Franciscana de Siracusa,
de Nueva York.
Allí desarrolló varias actividades y llegó a ser directora del hospital y Madre General,
pero en 1883 fue la única que respondió a la llamada del obispo de Honolulu para abrir
una misión en la leprosería de Molokai. En la llamada “isla maldita” se puso al servicio
de los leprosos abandonados y se convirtió en un ejemplo por su entrega desinteresada.
Sobre este modelo de santidad en la fe, ejercitado heroicamente en la caridad y en
la asistencia a los enfermos, el padre Ernesto Piacentini, postulador de la causa
de beatificación de Mariana Cope nos habló de todas las pruebas recogidas para la
causa de beatificación y de las que surge una figura excepcional que ejercitó las
virtudes cristianas de manera heroica. Fue modelo de caridad y de asistencia a los
enfermos de lepra. Durante su vida, de hecho, se revelaron las varias virtudes de
la sierva de Dios, particularmente su fortaleza y su caridad teologal llena de misericordia
hacia los enfermos de lepra abandonados. Y a estas virtudes se añadieron las de la
prudencia y de la justicia, ejercitadas en los distintos encargos que tuvo en su Congregación
y en el hospital. Pero entre todas sus virtudes sobresale la centralidad de la fe,
de la sierva de Dios, apoyada en una fuerte esperanza. Ella se puede presentar como
modelo de santidad, para ser admirada por todo el mundo no sólo por su vida de entrega
total a los enfermos de lepra, sino particularmente en la iglesia para todos los cristianos.
Por todo lo que la madre Mariana Cope realizó en colaboración a la gracia, ha sido
llamada mártir y heroína de Molokai, y también Madre de los leprosos, trabajando con
el peligro constante de la propia vida, afrontó todo con una valentía indomable, sonriendo
siempre ante todas las adversidades y angustias.
La espiritualidad de la Madre Mariana Cope fue una espiritualidad franciscana, en
cuanto pertenecía a la Congregación de las religiosas Franciscanas de Siracusa,
y por tanto ella hizo propio el modo de seguir el Evangelio de san Francisco que había
centrado todo su interés amoroso en la humanidad de Cristo y en la consideración de
que todos los hombres eran sus hermanos.
Con el Vaticano II se ha impuesto una nueva orientación en la consideración de los
santos y en su canonización. Es necesario observar en los santos no lo que tienen
de maravilloso, sino más bien lo que ellos han conseguido realizar en colaboración
con la gracia. La madre Mariana por tanto no hay solamente que admirarla sino más
imitarla en todo lo que ella ha hecho y realizado en su asistencia a los leprosos.
Con su vida ejemplar, Mariana Cope dice a los hombres de hoy que es necesario asistir
a los hermanos en la necesidad, particularmente a los hermanos que están solos, abandonados
y marginados.