2005-04-25 15:48:24

El Papa asegura la voluntad de la Iglesia de seguir construyendo puentes de amistad con los seguidores de las otras religiones


Lunes, 25 abr (RV).- Benedicto XVI invita a todos los cristianos, a los creyentes de todas las tradiciones y a cuantos buscan con corazón sincero la Verdad, a ser todos juntos artífices de paz, en la comprensión, respeto y amor recíprocos. El Santo Padre ha recibido esta mañana en audiencia a los representantes de las Iglesias y Comunidades cristianas y de otras religiones, que participaron en la inauguración de su Pontificado.

Con una exhortación a impulsar el ecumenismo y la comunión plena de los cristianos – en un mundo a menudo inquieto e indiferente - y asegurando la voluntad de la Iglesia de seguir construyendo puentes de amistad con los seguidores de las otras religiones - en la búsqueda del verdadero bien de toda persona y de cada pueblo - Benedicto XVI ha recibido esta mañana a los delegados de las Iglesias ortodoxas orientales y de las Comunidades eclesiales de Occidente, así como a los representantes de otras religiones, que han participado en la inauguración de su ministerio de Pastor de la Iglesia Universal: “Al comienzo de mi Pontificado os dirijo a vosotros y a todos los creyentes de las tradiciones religiosas que representáis, así como a cuantos buscan con corazón sincero la Verdad, una apremiante invitación para que juntos seamos artífices de paz, en un compromiso recíproco de comprensión, de respeto y de amor”.

Tras agradecer la presencia de todos ellos ayer en la Plaza de San Pedro, después de haber vivido juntos también los tristes momentos de la despedida del difunto Juan Pablo II, el Papa ha hecho hincapié en los importantes pasos cumplidos en el camino hacia la comunión plena de los cristianos.

El nuevo Obispo de Roma, Pastor de la Iglesia católica, ha reiterado la exhortación de sus predecesores, Pablo VI y Juan Pablo II, poniendo de relieve su anhelo de reforzar “el compromiso irreversible”, afirmado por el Concilio Vaticano II y proseguido gracias también a la firme acción del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.

En este contexto, Benedicto XVI ha recordado que “la comunión plena querida por Jesús para sus discípulos conlleva una docilidad concreta a lo que el Espíritu Santo dice a las Iglesias – valentía, dulzura, firmeza y esperanza, para llegar a la meta. Así como la oración insistente y un mismo corazón, para obtener del Buen Pastor el don de la unidad para su grey”.

Expresando profunda gratitud a Dios por el significado intenso de estos momentos, el Papa ha puesto de relieve que “Cristo, Príncipe de la Paz, obra en medio de nosotros derramando con abundancia sentimientos de amistad, atenuando las discordias, enseñándonos a vivir con una mayor disposición al diálogo, en armonía con los compromisos que son propios de los que llevan su nombre”.

“Precisamente en esta ocasión especial, que nos ve reunidos al comienzo de mi servicio eclesial, acogido con temor y confiada obediencia al Señor, os pido a todos que demos juntos un ejemplo de aquel ecumenismo espiritual, que en la oración realiza sin obstáculos nuestra comunión”.

Saludando luego a los “queridos amigos de diferentes religiones” y agradeciéndoles su presencia en la solemne inauguración de su Pontificado, el Papa ha extendido sus afectuosos parabienes a los creyentes de otras confesiones religiosas, destacando entre ellos la presencia de miembros de la comunidad musulmana: “Expreso mi aprecio por el desarrollo del diálogo entre musulmanes y cristianos, tanto en ámbito local como internacional. Y os aseguro que la Iglesia anhela seguir construyendo puentes de amistad con los seguidores de todas las religiones, para lograr el verdadero bien de toda persona y de todas las sociedades”.

Benedicto XVI ha insistido en que el mundo en que vivimos, “a menudo marcado por conflictos, violencia y guerras, anhela intensamente la paz, que es ante todo un don de Dios”. Por lo que debemos rezar sin cesar para alcanzar la paz. Deber éste que corresponde en especial a los seguidores de las religiones.

“Nuestros esfuerzos para impulsar y reforzar el diálogo son una valiosa contribución para la construcción firme de la paz”, ha enfatizado el Papa, evocando lo que afirmaba Juan Pablo II. Es decir, que “El nombre del único Dios tiene que ser cada vez más, como ya es de por sí, un nombre de paz y un imperativo de paz”. (Novo Millennio Ineunte, 55”. Por lo tanto, ha enfatizado Benedicto XVI – “es un imperativo el compromiso en favor de un diálogo auténtico y sincero, construido en el respeto de la dignidad humana de toda persona, creada como creemos firmemente los cristianos, a imagen y semejanza de Dios”.







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