2005-03-21 18:05:25

El Papa bendice con un ramo de olivo en las manos a los más de 50 mil fieles reunidos en la Plaza de San Pedro


Domingo, 20 mar (RV).- Ha causado gran emoción a todos los fieles presentes y seguramente a la mayoría de las personas que han seguido la ceremonia eucarística del Domingo de Ramos a través de la TV en todo el mundo, la bendición apostólica que al final de la ceremonia ha impartido el Santo Padre tras el rezo del Angelus, dirigido por el cardenal Camillo Ruini. Un larguísimo y entusiasmante aplauso ha acogido la presencia del Papa que, asomándose por unos instantes a la ventana de su estudio, ha bendecido con un ramo de olivo en las manos a los más de 50 mil peregrinos de los cinco continentes reunidos en la Plaza de San Pedro.

Una secuencia breve pero llena de significado que ha sido el colofón de una solemne ceremonia eucarística en la que no ha podido estar presente el Pontífice, pero en la que ha quedado patente el inmenso sentido de acogida que el Santo Padre, a pesar de su delicado estado de salud y la imposibilidad de hablar, una vez más, ha dedicado a los fieles al final de la solemne celebración.

El Papa, que había sido llamado con anterioridad con gran fuerza por las voces y los coros de los miles de jóvenes presentes en la plaza de san Pedro, no ha pronunciado ninguna palabra. Pero este no poder responder y dialogar con los jóvenes que le estaban aclamando sin duda le ha causado gran pesar. Así se ha interpretado el gesto que ha realizado el Papa cubriéndose el rostro con la mano.







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