El museo de la Historia del Holocausto es una advertencia para el mundo
Viernes, 18 mar (RV).- Esta semana el cardenal Jean-Louis Tauran viajó a Jerusalén
para participar, como representante del Santo Padre, en la inauguración del nuevo
museo de la Historia del Holocausto en el Memorial de Yad Vashem, un edificio -dijo
el purpurado- que representa, para el mundo entero, una advertencia, un testimonio
y un llamamiento”. El Yad Vashem es un monumento dedicado a la memoria de las víctimas
del Holocausto y en su interior se encuentran, entre otras cosas, diversas urnas con
las cenizas de las víctimas de los campos de concentración.
En su discurso el purpurado quiso resalta que “al asumir la inmensidad de los sufrimientos
de los judíos, nos encontramos frente a frente con la obligación de estar alerta,
con la necesidad de rechazar la indiferencia y con el vacío aterrador de un mundo
sin Dios".
Después de citar el mensaje de Juan Pablo II del 15 de enero de 2005, para la celebración
del 60 aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau,
el cardenal afirmó: "El Santo Padre repite una vez más esta mañana a cuantos están
dispuestos a escucharle, que cuando recordamos 'el horrible crimen perpetrado contra
la nación judía', que fue el Holocausto, lo hacemos porque 'estos terribles hechos
son para los hombres y mujeres contemporáneos un llamamiento a la responsabilidad
para construir nuestra historia'".