Mensaje del Papa al curso sobre el Foro interno organizado por el Tribunal de la Penitenciaría
Apostólica
Sábado, 12 mar (RV).- Juan Pablo II ha escrito un Mensaje a los participantes en el
tradicional curso sobre el Foro interno organizado por el Tribunal de la Penitenciaría
Apostólica. Un curso que se realiza cada año y que tiene como destinatarios a los
nuevos sacerdotes, aunque está abierto también a todos los sacerdotes que quieren
participar.
El Santo Padre, efectivamente, pone de relieve este interés que despierta el curso
entre los jóvenes sacerdotes y alumnos de las Universidades y Ateneos Pontificios,
que constituye una cita formativa de notable interés, y pone en luz la “necesidad
de una continúa puesta al día en el campo teológico, pastoral y espiritual, de los
presbíteros, a los cuales les es confiado el ministerio de la reconciliación”.
“Vivimos en una sociedad que parece a menudo haber perdido el sentido de Dios y del
pecado”, dice el Papa. Se hace más urgente por tal motivo, en este contexto, la “invitación
de Cristo a la conversión, que presupone la conciente confesión de los propios pecados
y la relativa petición de perdón y de salvación”. “El sacerdote en el ejercicio de
su ministerio, sabe que actúa en la persona de Cristo y bajo la acción del Espíritu
Santo”, y por esto debe nutrir los mismos sentimientos que Él: aumentar en sí mismo
la caridad de Jesús, maestro y pastor, médico de las almas y de los cuerpos, guía
espiritual, juez justo y misericordioso.
En la tradición de la Iglesia, “la reconciliación sacramental ha sido siempre considerada
en estrecha relación con el banquete sacrifical de la Eucaristía, memorial de nuestra
redención”. En este año de dedicado particularmente al Misterio Eucarístico, escribe
finalmente el Santo Padre, es útil resaltar la vital relación que existe entre el
sacramento de la Eucaristía y el sacramento de la Penitencia.