El Papa ha transcurrido una noche tranquila en el Gemelli de Roma, donde ha celebrado
la misa esta mañana con dos obispos de Tanzania
Viernes, 11 mar (RV).- El Papa ha transcurrido una nueva noche tranquila en el hospital
Agostino Gemelli de Roma, donde ha celebrado la misa esta mañana en su capillita privada
del hospital con dos prelados de Tanzania, a través de los cuales ha enviado un discurso
a los obispos del país africano, en visita ad límina apostolorum, centrado fundamentalmente
en la familia, su significado y el papel que juega en una sociedad castigada duramente
por el SIDA.
El Papa ha dado especial importancia al papel de la familia en
la sociedad africana, razón por la cual ha calificado de injustos los programas de
asistencia económica para la promoción de la esterilización y contracepción, que deben
ser combatidos con vigor. “Estos programas –escribe el Santo Padre- son afrentas
a la dignidad de la persona y de la familia y amenazan a la auténtica comprensión
cristiana de la naturaleza y la finalidad del matrimonio”.
Juan Pablo II, que
lamenta en su discurso no haber podido recibir a los obispos de Tanzania en el Vaticano,
manifiesta que “la promoción de los auténticos valores familiares es más urgente que
nunca ante el terrible azote del SIDA” en Tanzania y en todo el continente africano.
“La fidelidad en el matrimonio y la abstinencia fuera de él, son las únicas fórmulas
para poner límite y frenar la expansión de la infección”, escribe el Pontífice.
De
forma especial, el Papa manifiesta su tristeza por los miles de niños que han quedado
huérfanos a consecuencia de la acción del despiadado virus. “La Iglesia – prosigue
Juan Pablo II- desempeña un papel importante suministrando los cuidados y la compasión
que necesitan esas inocentes víctimas, trágicamente privadas del amor de sus padres”.
Otro
tema del discurso del Pontífice a los obispos tanzanos en visita ad límina ha sido
el de la importancia de la formación en el Seminario y la necesidad de asignar a los
mejores sacerdotes en este campo. En este sentido, el Santo Padre les ha pedido también
a los prelados que ejerzan una vigilancia particular sobre la formación espiritual.
En
cuanto a la indigencia, Juan Pablo II ha animado a los prelados a continuar reclamando
medidas concretas para reducir la pobreza e incrementar el acceso a la educación,
de forma que los pobres puedan ayudarse a sí mismos y los unos a los otros.
El
Papa ha subrayado la contribución ofrecida por Tanzania en la construcción de la paz
y la estabilidad en el este de África, y como ejemplo ha recordado la generosidad
con la que hospedó a miles de refugiados que huían de la persecución en sus países
de origen.