El Papa se une espiritualmente a los jóvenes de Europa para orar y reflexionar en
preparación de la Jornada Mundial de la Juventud de Colonia
Domingo, 6 mar (RV).- “No puedo estar presente físicamente entre vosotros, pero me
siento igualmente cercano con el afecto y la oración”. Con estas palabras iniciaba
el mensaje del Santo Padre a los jóvenes que participaron ayer en la III Jornada Europea
de los Universitarios, que se desarrolló en el Aula Pablo VI del Vaticano, en conexión
vía satélite con 9 Catedrales y Santuarios de Europa. Como había anunciado por la
mañana el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Santo Padre se unió
espiritualmente a la Vigilia mariana, desde su habitación del Policlínico Gemelli.
El cardenal Camillo Ruini, vicario general del Papa para la diócesis de Roma, presidió
el encuentro. Mons. Leonardo Sandri, sustituto de la Secretaría de Estado para los
Asuntos Generales leyó el mensaje del Santo Padre. Gracias a las conexiones televisivas,
Madrid, Berlín, Lisboa, Kiev, Zagreb, Londres, Bucarest, Bari y Tirana, participaron
directamente en el rezo mariano, de modo que, como afirmaba el Santo Padre, “Europa
está implicada en este momento de oración y reflexión en preparación de la Jornada
Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en el corazón del Continente europeo, en
Colonia”.
Más adelante, el Papa se refirió al tema del tercer Encuentro Europeo de las Universidades,
“La investigación intelectual y científica, un camino para encontrar a Cristo”, para
afirmar que “no hay contradicción entre la fe y la razón”. “Que la fe y la razón sean
las dos alas que os conduzcan hacia Cristo, verdad de Dios y verdad del hombre”, deseó
Juan Pablo II. “En él encontraréis la paz y el gozo. Que Cristo sea el centro de toda
vuestra existencia”.
El encuentro del Aula Pablo VI se abrió con una serie de reflexiones y testimonios
de fe ofrecidos por varios de los de 10.000 jóvenes participantes. El Cardenal Ruini
entregó a los universitarios la Encíclica Fides et Ratio. Después del rezo del Rosario,
los participantes acompañaron en procesión la Cruz de las Jornadas de la Juventud
hasta la iglesia romana de Santa Inés en Agone, en Plaza Navona.