Cardenal Martino: tutelar la dignidad del trabajo para alcanzar una globalización justa

Sábado, 26 feb (RV).- El presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz reiteró ayer la necesidad de tutelar la dignidad del trabajo humano para lograr alcanzar una globalización justa. El cardenal Renato Martino presentó en la tarde del viernes, junto con el director general de la Oficina Internacional del Trabajo, el informe elaborado por la Comisión mundial sobre la dimensión social de la globalización.

En este acto, que tuvo lugar en Roma, en la Pontificia Universidad Lateranense, el cardenal Martino puso de relieve la necesidad de replantear las políticas y las instituciones mundiales de gobierno, otorgando a la dignidad del trabajo humano la prioridad que le corresponde. Puesto que el trabajo es la clave de la cuestión social, que en la actualidad es una cuestión global. El trabajo - reconocido y apreciado - es el camino para que todo individuo pueda salir, de forma sostenible, de la pobreza absoluta.

En este contexto, el presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz hizo hincapié asimismo en que el trabajo es además la clave del cambio de la sociedad y de las instituciones. En efecto, la posibilidad de trabajar dignamente hace que el pobre se transforme de “problema” en “recurso”. Es decir en individuo capaz de asumir las necesidades propias y las de la comunidad en que vive. Con tal fin, el cardenal Martino señaló la necesidad de sostener la creatividad económica y social de las pequeñas y medianas empresas agrícolas, manufactureras y de servicio, que son las principales generadoras de trabajo. Y por lo tanto de renta para los pobres.

Para impulsar la solidaridad activa en ámbito nacional e internacional, el cardenal Renato Martino recomendó asimismo la necesidad de garantizar la tutela de los derechos humanos y la promoción del desarrollo, respetando el destino universal de los bienes de la tierra. Por su parte, Juan Somavia, director general de la Oficina Internacional del Trabajo, puso de relieve – como había destacado también el purpurado - la gran colaboración que existe entre el Consejo Pontificio Justicia y Paz y la misma OIT, en favor del trabajo digno, como meta global. Promoviendo, en especial el desarrollo de los países menos favorecidos y resolviendo el problema de la deuda externa.