Carta del Papa al presidente de la Pontificia Comisión para la Vida
Lunes, 21 feb (RV).- “A cada hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, hay que
reconocerle y respetarle en todos los momentos de la vida y en cualquier condición
de salud, enfermedad o discapacidad prescindiendo de su eficiencia o de su capacidad
de comprender y de querer”. Así lo ha manifestado el Santo Padre en una carta enviada
a monseñor Elio Screccia, presidente de la Pontificia Academia para la Vida, que ha
promovido desde hoy y hasta el miércoles un Congreso, a diez años de la Encíclica
Evangelium Vitae: “Calidad de vida y ética de la salud”.
El Papa revela que
en nuestros días la expresión “calidad de vida” se interpreta cada vez más como eficiencia
económica, consumismo distorsionado, belleza y placer de la vida física, descuidando
las dimensiones más profundas de las relaciones espirituales y religiosas de la existencia.
De
esta manera, el concepto de salud, prosigue el Pontífice, hoy se distorsiona muchas
veces. Efectivamente la salud hay que considerarla como uno de los bienes más importantes,
pero no un bien absoluto: no lo es, subraya el Papa, cuando se entiende como simple
bienestar físico, mitificándola, llegando a descuidar bienes superiores, bajo el pretexto
de razones de salud incluso con la oposición contra la vida naciente. Por otra parte
curar y prevenir las enfermedades, concluye Juan Pablo II, es un deber de solidaridad
que no excluye a nadie tanto en los países ricos como en los países pobres.
Como
hemos dicho, hoy en el Vaticano ha comenzado la undécima Asamblea General de la Pontificia
Academia para la Vida sobre el tema “Calidad de vida y ética de la salud”. La Asamblea
que finalizará el día 23, y que se desarrolla en el Aula del Sínodo, ha comenzado
con la intervención del Cardenal Javier Lozano Barragán, presidente del Consejo Pontificio
para la Pastoral de la Salud con el tema “A diez años de la “Evangelium vitae”, la
Encíclica del Santo Padre del 25 de marzo de 1995 que inspira todas las reflexiones
de la Asamblea.
A propósito de la Asamblea General de la Pontificia Academia
para la Vida, escuchemos a Monseñor Ignacio Carrasco de Paula, Canciller del Dicasterio,
quien explica los motivos que llevaron a la elección del tema de la Asamblea: