Monseñor Corti subraya que en la Eucaristía se celebra el cumplimiento que la historia
de la Alianza encuentra en Jesucristo
Sábado, 19 feb (RV). Esta mañana, han concluido los Ejercicios Espirituales en el
Vaticano, en los que han participado el Santo Padre y la Curia Romana. En esta ocasión,
con ocasión del Año de la Eucaristía, los Ejercicios Espirituales han concluido con
una solemne concelebración Eucarística presidida por el Cardenal Secretario de Estado,
Angelo Sodano, en el Altar de la Confesión de la Basílica de San Pedro.
El
predicador de los Ejercicios Espirituales, Monseñor Renato Corti, Obispo de la diócesis
italiana de Novara, ha pronunciado la homilía. En la misma, el Prelado de Novara ha
agradecido al Papa la oportunidad que le ha dado de poder estar tan cerca de él y
de aquellos que en la vida de la Iglesia universal desempeñan grandes responsabilidades.
Asimismo, Monseñor Corti, en unión con toda la Curia, ha deseado a Juan Pablo II que
la salud lo sostenga para que siga desarrollando la gran y maravillosa tarea que Dios
le ha confiado.
Monseñor Corti también ha pedido al Señor que en “el año de
la Eucaristía” conceda las gracias que el Papa ha deseado al proponer este año eucarístico
en su Encíclica Ecclesia de Eucharistia. Por estos motivos es más justo y bello que
los Ejercicios Espirituales, dedicados a meditar el misterio de la “nueva y eterna
Alianza”, ha subrayado Monseñor Corti, concluyan con la celebración Eucarística, pues,
en efecto, en este Sacramento se celebra el cumplimiento que la historia de la Alianza
encuentra en el Señor Jesucristo.
Seguidamente, el predicador de los Ejercicios,
ha propuesto a la reflexión de los fieles el texto de la liturgia de hoy, en concreto
el libro del Deuteronomio porque, tomando la historia religiosa de Israel, ilustra
de manera intensa el sentido del acontecimiento del Éxodo, del Sinaí y del camino
de acercamiento del pueblo elegido a la tierra prometida, y confirma que el corazón
y el alma del hombre son los destinatarios de la única ley del Señor, con el estilo
directo presente en esta página del Deuteronomio: Moisés se dirige al pueblo utilizando
el “tú” y hace referencia a Dios diciendo al pueblo: “El Señor tu Dios”.
El
Obispo de Novara ha indicado tres sugerencias. La primera nos pone en guardia respecto
a la postura contraria de amar a Dios con todo el corazón y con toda el alma. La segunda
tiene que ver con el hombre religioso, que puede pensar que es suficiente tener una
relación puramente formal con Dios. Y la tercera y última indicación, ha afirmado
Monseñor Corti es totalmente positiva y es expresada en estas bellas palabras: “Escucha,
Israel: el Señor es nuestro Dios, el Señor es uno sólo. Tú amarás al Señor tu Dios
con todo el corazón, con toda el alma y con todas tus fuerzas.
“A todo esto
estamos llamados nosotros, cuando estemos en casa, por el mundo, cuando estemos solos,
con los demás: al Señor siempre hay que amarlo con todo el corazón y con toda el alma”,
indicó el Obispo de Novara, quien ha finalizado la homilía recordando a los grandes
profetas, como Amós y Oseas, y sobre todo Jeremías, el profeta del amor de Yahvé con
su pueblo, el profeta de la religión interior y de la circuncisión del corazón, y
no solamente la de la carne. Finalmente, el predicador ha recordado el Evangelio de
Juan y el salmo 118: “Si me amáis, observad mis mandamientos. Si observáis mis mandamientos,
permaneceréis en mi amor, como yo he observado los mandamientos de mi Padre, y permanezco
en su amor”. “Beato el hombre que camina en la ley del Señor”.