Desde el hospital, Juan Pablo II continúa "sirviendo a la Iglesia y a toda la humanidad"
Domingo, 6 feb (RV).- Juan Pablo II no ha faltado tampoco hoy a la cita con los fieles
para rezar el Ángelus, y desde el Policlínico Agostino Gemelli, ha recordado que incluso
desde este hospital, en medio de los demás enfermos, continúa sirviendo a la Iglesia
y a toda la humanidad.
A mediodía se ha asomado a la ventana del apartamento del Gemelli donde se encuentra
hospitalizado desde el pasado martes. Por medio de Mons. Leonardo Sandri, sustituto
de la Secretaría de Estado para los asuntos generales, el Santo Padre ha querido agradecer
a todas las personas, que desde tantos lugares de la tierra están cerca del Papa,
así como a los médicos, enfermeros y personal sanitario, su amorosa atención.
El Papa ha asegurado a todos y a cada uno su gratitud, que se traduce en una constante
invocación al Señor por las necesidades de la Iglesia y por las grandes causas del
mundo. Frente a la habitación desde donde se ha asomado el Papa y en la Plaza de San
Pedro, en conexión televisiva con el hospital, se han concentrado un gran número de
fieles de distintas procedencias, que a pesar del frío, han querido demostrar su cariño
al Santo Padre.
También el Papa ha señalado que hoy se celebra en Italia la Jornada por la vida, aludiendo
al mensaje que los obispos italianos han publicado con esta ocasión para hacer especial
hincapié en el misterio de la vida como relación, que requiere confianza. “Es necesario
fiarse de la vida”. Confianza en la vida es lo que reclaman silenciosamente los niños
que aún no han nacido. Confianza piden también tantos niños que habiendo perdido a
su familia por distintos motivos, pueden encontrar un hogar que les acoja por medio
de la adopción y la acogida temporal.
De forma particular Juan Pablo II ha manifestado su apoyo incondicional a los obispos
italianos que continúan exhortando a los católicos y a los hombres de buena voluntad
a defender el derecho fundamental a la vida, respetando la dignidad de cada ser humano.
No ha faltado tampoco en esta ocasión la invocación a María, reina de las familias,
para que nos ayude a vencer el reto de la vida, que es el primero de los grandes retos
de la humanidad de hoy.