El Papa elogia el dinamismo apostólico de los legionarios de Cristo

Lunes, 31 ene (RV).- “Os aliento a seguir irradiando vuestra espiritualidad y dinamismo apostólico, rico en la diversidad de sus obras y abierto siempre a nuevas expresiones, según las necesidades más apremiantes de la Iglesia en los diversos tiempos y lugares”. Es la exhortación que dirige Juan Pablo II a los Legionarios de Cristo, en un Mensaje con motivo del tercer Capítulo General de este Instituto, reiterándoles que fieles a su carisma y unidos firmemente a la Roca de Pedro, su aportación a la misión evangelizadora de la Iglesia será realmente fecunda.

Tras saludar de modo particular al P. Marcial Maciel, Fundador de los Legionarios de Cristo, así como al P. Álvaro Corcuera, recién elegido Director General de esta Congregación y del Movimiento Regnum Christi, el Papa extiende su saludo también a los miembros del Consejo General y a los demás Padres Capitulares.

Destacando la importancia de cada Capítulo General para revitalizar el propio carisma fundacional, examinar con corazón agradecido las maravillas que Dios ha hecho en la historia de los Legionarios de Cristo y afrontar los retos actuales de la Iglesia con la espiritualidad que les es propia, y la gran pluralidad de carismas que el Espíritu Santo ha derramado en ella a lo largo de los siglos, Juan Pablo II se refiere al actual momento histórico de esta Congregación.

Es decir, a la nueva fase que se abre para la vida del Instituto, tras los 64 años transcurridos bajo la guía de su Fundador, creciendo y desarrollándose hasta alcanzar la madurez. “Ahora habréis de continuar el camino guiados por el nuevo Director General, aunque no falten la compañía, el afecto paterno y la experiencia del P. Maciel, que ha renunciado a un nuevo periodo de gobierno”, subraya el Papa, destacando que ello les “compromete a custodiar, vivir y transmitir fielmente los dones que por medio de él” han recibido del Señor.
 
Alentando a los Legionarios de Cristo en su tarea de “desarrollar la obra inspirada al Fundador, la cual trata de distinguirse por la entrega al servicio a la Iglesia y la formación de la juventud en sólidos principios cristianos y humanos que, basados en la libertad y responsabilidad personal, contribuyan a su madurez espiritual, social y cultural, en fidelidad al Magisterio y en plena comunión con el Papa”, el mismo Pontífice señala que ha podido participar, personalmente en varias ocasiones, en la vida de esta Congregación. Concretamente, con la aprobación definitiva de las Constituciones, en junio de 1983 y, recientemente, aprobando los Estatutos del Movimiento Regnum Christi.