Audiencia al presidente de Armenia: “Rechazo de la violencia, diálogo y mediación internacional”

Viernes, 28 ene (RV).- Juan Pablo II ha expresado su profundo aprecio por las buenas relaciones entre la Santa Sede y el gobierno de Armenia al recibir, esta mañana, en audiencia al presidente de esta república, poniendo de relieve su gran anhelo de que “surja una paz verdadera y estable en la región de Nagorno – Karabaj”, de donde proviene, precisamente, el presidente armenio Robert Kocharian.

Paz que podrá surgir gracias al “firme rechazo de la violencia y a un paciente diálogo entre las partes, así como gracias a una activa mediación internacional”, ha puesto de relieve el Papa en su bienvenida al mandatario armenio, haciendo hincapié en que “la Santa Sede - que, en el curso de los siglos, nunca ha dejado de denunciar la violencia y de defender los derechos de los más débiles - seguirá sosteniendo todo esfuerzo que persiga la construcción de una paz sólida y duradera”.

En el marco de las buenas relaciones entre la Santa Sede y el gobierno armenio, el Santo Padre se ha referido asimismo a la “buena acogida y respeto” que se brinda en este país a la comunidad católica y a las actividades de los católicos en favor del bienestar de toda la nación. Aun más, Juan Pablo II ha destacado el deseo de que esta colaboración pueda seguir creciendo y - si fuese necesario - se perfeccione el estatus de la Iglesia católica en Armenia.

El Obispo de Roma ha subrayado también “las relaciones de estima y de amistad entre la Iglesia católica y la Iglesia Apostólica armenia”. Entendimiento que, gracias a la iniciativa del Catolicós Karekin II, se ha intensificado aún más y que, seguramente, tendrá repercusiones positivas “para la pacífica convivencia de todo el pueblo armenio, llamado a afrontar numerosos desafíos sociales y económicos”.

Agradeciendo la visita y las palabras del presidente de la República de Armenia, que estaba acompañado de su esposa y séquito, el Papa ha evocado su primer encuentro con el mandatario, en el Vaticano, en marzo de 1999. Cuando se inauguró la muestra “Roma – Armenia”, y los otros encuentros, en septiembre de 2001 en Yerevan, durante su peregrinación apostólica a esta nación, para las celebraciones jubilares de los 1700 años de la conversión del pueblo armenio al cristianismo.

El Pontífice ha dirigido un afectuoso saludo a todos los armenios, saludo que ha extendido a “los millones de armenios que - aun esparcidos en tantas partes del mundo - permanecen ligados siempre a su cultura y a sus tradiciones cristianas”.

En ocasión de esta visita al Papa, el presidente de la República de Armenia se ha detenido ante la estatua de san Gregorio el Iluminador, colocada en una hornacina de la fachada lateral de la Basílica de San Pedro y que Juan Pablo II bendijo hace unos días. Ante la imagen del santo patrono de los armenios, ha tenido lugar una breve ceremonia en la que han participado también el Patriarca Nerses Bedros XIX y algunos miembros de la comunidad armenia de Roma.