“No queremos mirar al pasado, sino hacia el futuro del ecumenismo”. Palabras del Cardenal
Kasper al clausurar la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos.
Miércoles, 26 ene (RV).- En nombre del Santo Padre Juan Pablo II, el Presidente del
Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, Cardenal Walter
Kasper, presidió, en la tarde de ayer, en la Basílica romana de San Pablo Extramuros,
la Celebración de las segundas Vísperas de la fiesta de la Conversión de san Pablo,
clausurando así el octavario de Oración por la Unidad de los Cristianos en la diócesis
del Papa.
Poniendo de relieve el tema de este año -“Cristo, fundamento único
de la Iglesia”-, el Cardenal Kasper hizo hincapié en la actualidad del Decreto conciliar
Unitatis Redintegratio y en la “urgente necesidad de hacer que sea una realidad concreta”,
ya que este documento expresa claramente una de las prioridades del Concilio Vaticano
II, que es la unidad visible de todos los discípulos de Cristo, por la que nuestro
Señor rezó en la víspera de su muerte.
“Al comienzo de este nuevo año no queremos
mirar al pasado, sino hacia el futuro del ecumenismo”, señaló asimismo el Presidente
del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, reiterando
luego que “la fe en Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, es el fundamento
del bautismo, que nos hace cristianos, incorporándonos en la Iglesia”.
En este
contexto, el Cardenal Kasper recordó que “la confesión cristológica de fe en Jesucristo
como único salvador de toda la humanidad forma parte de la fórmula básica del Consejo
Ecuménico de las Iglesias y constituye el acuerdo fundamental, el denominador común,
de todos aquellos que participan en el movimiento ecuménico”.
Tras referirse
a algunas “interpretaciones denominadas liberales, que se definen como progresistas,
pero que en realidad son subversivas”, precisamente en “la actual sociedad posmoderna,
en la que todo se vuelve relativo y arbitrario y en la que algunos se crean su propia
religión”, el Cardenal Kasper subrayó la necesidad de “un sólido fundamento y de
un punto de referencia común, digno de confianza, para nuestra vida personal y para
nuestra tarea ecuménica”.
El Presidente del Consejo Pontificio para la Promoción
de la Unidad de los Cristianos reflexionó sobre tres temas que deben impulsar la comunión
plena. En primer lugar, la Biblia, “sobre la cual nos hemos dividido y sobre la cual
debemos unirnos nuevamente”, puesto que “el mejor ecumenismo consiste en leer y vivir
el Evangelio”.
En segundo lugar, “el bautismo, por medio del cual nos incorporamos
en Jesucristo”. De forma que bautizados, desde el punto de vista de la fe y de la
vida, respondamos a las “urgentes cuestiones éticas”, recordando la exhortación de
san Pablo a “no conformarnos en la mentalidad del mundo”, para no correr el riesgo
de no poder dar un testimonio común a un mundo que lo necesita con urgencia.
Y
en tercer lugar, el Cardenal Kasper recordó la presencia de Jesucristo en la Iglesia,
por medio de su Palabra y de sus sacramentos. Y, meditando sobre la Iglesia que peregrina
por la senda de la purificación, de la penitencia y de la renovación, el Purpurado
concluyó su homilía poniendo de relieve que nuestra construcción ecuménica de la unidad
plena de todos los discípulos de Cristo resistirá si “construimos sobre el único fundamento,
que es el Señor, si construimos sobre su Palabra y su Sacramento, si construimos en
el único Espíritu de Jesucristo”.