Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2005: “Los medios al servicio de la
comprensión entre los pueblos”
Lunes, 24 ene (RV).- “Los medios de comunicación social al servicio de la comprensión
entre los pueblos”. Es el lema del Mensaje de Juan Pablo II para la Jornada Mundial
de las Comunicaciones Sociales, que se ha publicado hoy, como es tradicional, en
esta festividad de san Francisco de Sales, y que se celebrará el próximo 5 de mayo,
solemnidad de la Ascensión del Señor.
Poniendo de relieve que el lema que ha elegido para la Jornada Mundial de las Comunicaciones
de este 2005, “se refiere a una necesidad urgente”, que es la de “promover la unidad
de la familia humana por medio de estos grandes recursos”, que son los medios de comunicación,
Juan Pablo II subraya que “las tecnologías modernas tienen a su disposición posibilidades
sin precedentes para obrar el bien, para difundir la verdad de nuestra salvación de
Jesucristo y para promover la armonía y la reconciliación”.
Precisamente recordando la responsabilidad de los medios de comunicación en “la promoción
de la paz y en la construcción de puentes de diálogo entre los pueblos, quebrando
el ciclo fatal de violencia, represalia y nueva violencia, hoy tan difundido”, el
Papa evoca su Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz de este año, exhortando a
no dejarse vencer por el mal, sino a vencer el mal con el bien.
“De una misma boca proceden la bendición y la maldición. Esto, hermanos míos no debe
ser así”. Tras evocar esta exhortación de la Carta de Santiago, el Santo Padre pone
de relieve que las Sagradas Escrituras nos recuerdan que “las palabras tienen un poder
extraordinario y pueden unir a los pueblos o dividirlos, creando lazos de amistad
o provocando hostilidad”. Juan Pablo II hace hincapié, una vez más, en el “daño incalculable
que puede causar el mal uso de los medios de comunicación, dando origen a incomprensiones,
prejuicios e incluso a conflictos”.
Advirtiendo que cuando los demás son presentados “de forma hostil, se esparcen semillas
para un conflicto, que puede desembocar fácilmente en violencia, guerras e incluso
en genocidios”, y que “en lugar de construir la unidad y la comprensión, los medios
de comunicación pueden presentar de forma tan negativa a otros grupos sociales, étnicos
y religiosos, fomentando así el miedo y el odio”, el Pontífice reitera la importancia
de que estos medios promuevan la educación y el conocimiento para impulsar el diálogo
y la paz.
Entre los modos con los que los medios de comunicación pueden acercar a los pueblos
entre sí - uno muy importante - es el de impulsar una movilización rápida ante los
desastres naturales, señala asimismo Juan Pablo II, destacando luego “el consuelo
de ver la gran velocidad con la que la comunidad internacional ha respondido al reciente
tsunami que ha provocado incalculables víctimas”. Pues “la rapidez con la que, en
la actualidad, se propagan las noticias aumenta claramente la posibilidad de tomar
a tiempo medidas prácticas para ofrecer la mayor ayuda posible. De este modo, los
medios de comunicación pueden impulsar una inmensa cantidad de bien”.
En su Mensaje de este año para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales,
promovida por el Concilio Vaticano II, el Papa cita la recomendación, precisamente,
del Decreto conciliar Inter Mirifica, “para el recto uso de estos medios, es absolutamente
necesario que todos los que los utilizan conozcan las normas del orden moral en este
campo y las lleven fielmente a la práctica”. (n. 4).
Ante todo, por lo tanto, “los comunicadores tienen el deber de poner en práctica en
su propia vida los valores y conductas que están llamados a enseñar a los demás”,
afirma el Santo Padre, recordando también la responsabilidad que los mismos tienen
en la búsqueda del bien común de la familia humana y no de algunos grupos o naciones.
Modelo y ejemplo para todo comunicador es la Palabra de Dios hecha carne. Jesucristo,
“nuestra paz; el que de los dos pueblos hizo uno, derribando el muro que los separaba,
la enemistad” (Ef 2, 14). Éste es el ruego con el Juan Pablo II finaliza su Mensaje,
para que “los hombres y mujeres de los medios de comunicación cumplan su cometido
para derribar el muro de hostilidades que divide nuestro mundo, muro que separa a
pueblos y naciones alimentando la incomprensión y la desconfianza. Con el fin de que
sepan emplear los recursos que tienen a disposición para consolidar los vínculos de
amistad y de amor que indican claramente el comienzo del Reino de Dios aquí en la
tierra”.