Mensaje Final del Encuentro anual de Obispos en Jerusalén. “Trabajaremos para una
paz justa en Tierra Santa”. Pedida la plena aplicación de los acuerdos entre la Santa
Sede, Israel y la OLP
Sábado, 15 ene.- “Trabajaremos para una paz justa en Tierra Santa y para ello implicaremos
a nuestras diócesis, a nuestras comunidades locales y a nuestros países”. “Aquí la
paz es vital para el mundo entero”. Este es el solemne compromiso que el grupo de
Obispos europeos y americanos pertenecientes a la Asamblea de Coordinación Episcopal
para Tierra Santa ha hecho público en el Mensaje final del encuentro anual que ha
tenido lugar esta semana en Jerusalén.
El texto del mensaje, como señala la Agencia Vaticana Fides, ha sido presentado al
presidente de Israel y al presidente de la Autoridad Palestina durante los encuentros
que los Obispos han mantenido con las autoridades de Tierra Santa. Precisamente hoy,
Abú Mazen juró en Ramala su puesto como presidente de la Autoridad Nacional Palestina.
Así pues, los Obispos, entre los que se encuentra Mons. Juan Enric Vives, Obispo de
Urgell y copríncipe de Andorra, en representación de la Conferencia Episcopal Española,
reafirman con fuerza el compromiso de la Iglesia católica para que la paz en Tierra
Santa sea posible. “Unidos a los cristianos de Tierra Santa animamos a todos los que
están comprometidos en la justicia y que buscan la paz, y apoyamos a los países que
se esfuerzan para que palestinos e israelíes puedan vivir en esta tierra con dignidad,
en dos estados, en seguridad y equidad”.
Los Obispos europeos y americanos piden asimismo “la plena aplicación del Acuerdo
fundamental entre Israel y la Santa Sede, y el de la Santa Sede con la OLP, para que
se apliquen sin ulteriores retrasos”. El Mensaje Final reafirma la proximidad con
los fieles de la Iglesia en Tierra Santa, por el particular y único testimonio que
da, a través del Patriarca Michel Sabbah, de los pastores, religiosos y laicos y por
su compromiso “en sostener a la comunidad cristiana que vive en Tierra Santa, donde
Jesús nació, murió, fue sepultado y resucitó”.
“En este momento de esperanza –finaliza el Mensaje- nuestras oraciones van dirigidas
hacia todos los hombres y mujeres que conviven en esta tierra: israelíes, palestinos,
cristianos, hebreos, musulmanes, para que se ponga fin a la violencia y a la injusticia
y se consiga llegar a la reconciliación y a una paz perdurable en esta Tierra que
todos llamamos Santa”.