Los niños hondureños se despertaron la mañana de Reyes con nuevos regalos enviados desde España

Viernes, 7 de enero (RV) Este año los Reyes Magos han desplegado todos sus recursos para que los juguetes que han repartido lleguen a todos los rincones del mundo. Esta ha sido la intención de la Fundación O’Belen, una ONG española que ha querido dar uno de los mejores regalos que existen: la sonrisa de un niño. Este objetivo lo han logrado gracias a la colaboración de cientos de personas que han donado juguetes para regalarlos a los más pequeños en Honduras, uno de los países más castigos de Sudamérica.

Los tres Reyes Magos no han viajado con sus tradicionales camellos, sino que esta vez han elegido un “Hércules” para trasladar los más de 400.000 juguetes que llegaron a Honduras. Se trata de una iniciativa pionera, ya que es la primera vez – según afirma el presidente de la ONG organizadora, Emilio Pinto – que un avión despega cargado de regalos destinados a los niños, porque como el mismo Pinto afirma: “un niño que ríe es un niño que no está odiando, un niño que juega es un niño que no odia, es alguien que interpreta que se le quiere”.

Casas de muñecas antiguas, osos de peluches y cochecitos, entre otros muchos regalos han sido donados por tantas y tantas personas que de forma anónima han querido contribuir a que aparezca una sonrisa en los rostros de los niños hondureños. Y es que este país vive una de las situaciones más dramáticas de Latinoamérica, según denuncia la propia Presidencia de la República de Honduras, urge atender los requerimientos de supervivencia de 80 municipios, donde viven 346 mil menores de 12 años y 140 mil de los cuales no superan los 5 años. Asimismo, las condiciones de vida en estos lugares tienen como características comunes un índice de desnutrición mayor del 52%, un analfabetismo superior al 60%, más del 55% de las casas no disponen de agua y un porcentaje superior al 41% carece de servicios de sanidad básicos.

Con la Fundación O’Belen han querido colaborar también jóvenes infractores que trabajan como aprendices en un taller de carpintería, ha querido donar sus “obras” a los Reyes Magos para que las lleven a Honduras. Se trata de camiones, coches de muñecas y caballitos de madera, entre otras piezas, talladas a mano por los jóvenes ex delincuentes que poco a poco se van integrando de nuevo en la sociedad.

Jóvenes que una vez fueron niños y que conocen la palabra sufrimiento, jóvenes que ayudan a los más pequeños para devolverles una sonrisa. Son 29 menores que durante los últimos tres meses han trabajado duro en los talleres de carpintería de la Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor – dependiente de la Consejería de Interior- y que a través de este trabajo se les facilita una formación para que salgan adelante sin volver a delinquir.

Este año los niños hondureños han tenido motivos para sonreír, los Reyes Magos se han acordado de ellos, pero todavía queda mucho por hacer, ya que no hay que dejar que este gesto quede simplemente ahí, sino que hay que la Fundación O’Belen hace un llamamiento para que se siga ayudando a los más pequeños, porque ellos son el futuro de nuestro presente.