2005-01-06 14:14:31

Ángelus: "Mi pensamiento y oración van dirigidos a las pequeñas víctimas del maremoto"


Jueves, 6 de enero (RV) “Hemos venido para adorarle”. Estas palabras de los Reyes Magos de Oriente referidas al nacimiento del Hijo de Dios que hemos escuchado en el Evangelio de hoy, son las mismas del tema de la próxima Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar el próximo mes de agosto en la ciudad alemana de Colonia. Lo ha puesto de relieve Juan Pablo II a mediodía, antes de dirigir la oración mariana del Ángelus, en la alocución que ha dirigido a los fieles y peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro.
“Invito a los jóvenes de Alemania y a sus coetáneos del mundo entero a ponerse espiritualmente en camino, como los Magos, hacia esta importante cita para descubrir en Cristo el rostro de Dios”, ha subrayado el Santo Padre.

Asimismo el Papa ha recordado que la solemnidad de la Epifanía es también la Jornada de la Infancia Misionera. “Los niños son el presente y el futuro de la Iglesia. Tienen un papel activo en la evangelización del mundo, y con sus oraciones contribuyen a salvarlo y a mejorarlo”, ha afirmado el Pontífice, que una vez más ha insistido en la tutela de la infancia desvalida, en un mundo demasiado cruel con los menores.
“Mientras renuevo mi oración por las pequeñas víctimas del maremoto en Asia – ha afirmado el Pontífice - no puedo olvidar a los niños víctimas del hambre y de las enfermedades, de la guerra y del terrorismo, así como a los niños secuestrados, desaparecidos o explotados para tráficos innobles”.

“Mi pensamiento agradecido - ha proseguido el Santo Padre - se dirige a cuantos están comprometidos en la tutela de los más pequeños, de manera especial con la Pontificia Obra de la Santa Infancia”. “El que no recibe el Reino de Dios como un niño, no entrará en él”. Para ello el Papa se ha encomendado a la ayuda de María Santísima, que hoy presenta a Cristo a las gentes del mundo, para que lo adoren con ánimo de niños.
Después de la oración mariana del Ángelus, el Papa ha dirigido un cordial saludo de paz y de dicha en el Señor a los hermanos y hermanas de las Iglesias Orientales que están celebrando estos días la Santa Navidad. Y ha saludado también Juan Pablo II a todos los peregrinos presentes en la plaza de san Pedro, unas 15 mil personas, a las que ha deseado una feliz fiesta de Epifanía.







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