Audiencia General: Tres minutos de silencio y una oración en el Vaticano
Miércoles, 5 enero (RV) Primera Audiencia General del Año de Su Santidad Juan Pablo
II marcada por el signo de la oración por las víctimas del dramático seísmo en el
sudeste asiático. El Santo Padre al principio y al final de la Audiencia General en
el Aula Pablo VI del Vaticano ha hecho referencia al maremoto en Asia. También saludando
en español a los muchos fieles y peregrinos presentes en Roma en estas fechas navideñas,
se ha referido al dolor de todas las poblaciones de la región. Una alocución que ha
leído en su nombre un colaborador suyo.
..a María, Madre de la Iglesia. Bajo su protección ponemos el año apenas comenzado,
marcado con gran .dolor por la dramática situación vivida por la poblaciones del sudeste asiático.
Que la Virgen Santísima interceda por el mundo entero.
Hasta ahora son 150 mil los muertos y medio millón los heridos, en el balance provisional,
además de 5 millones de personas afectadas por el tsunami que ha devastado las costas
de once países en el Golfo de Bengala en la funesta jornada de San Esteban, hace diez
días.
La primera catequesis de la Audiencia General de 2005 el Papa la ha dedicado al “gran
misterio del nacimiento de Jesús”. “A través de Él -ha dicho Juan Pablo II- Dios ha
entrado definitivamente en la historia, para ofrecer la salvación a los hombres de
todos los lugares y de todos los tiempos”.
“Precisamente esta universalidad de la salvación se recuerda en la fiesta de la Epifanía,
que celebraremos mañana- ha dicho el Papa, añadiendo que-El Hijo de Dios, nacido en
Belén, es reconocido y adorado por los Magos llegados de oriente, que son representantes
cualificados de la entera humanidad”.
“El gozoso anuncio de la salvación vienen así proyectado desde el principio hacia
todos los pueblos del mundo”. El Papa ha confiado esta tarea misionera del pueblo
cristiano a la intercesión de María, Madre de la Iglesia. “Bajo su protección ponemos
el año apenas iniciado, marcado por gran aprensión también por la dramática situación
que están viviendo las poblaciones del sudeste asiático. Y el Santo Padre se lo ha
pedido a la Virgen invocando el antiguo himno mariano: “Alma Madre del Redentor, Reina
de la paz, socorre a tu pueblo, defiéndelo de cualquier peligro, acompaña a la Iglesia
en su camino hacia la Patria eterna. Amen”.
Seguidamente el Santo Padre ha saludado en distintas lenguas a los miles de peregrinos
presentes en el Aula Pablo VI y les ha bendecido deseándoles a todos un feliz y venturoso
2005. Y como hemos dicho, el Papa al final de la audiencia, dirigiéndose a los peregrinos
de Italia, uno de los países en luto por el maremoto de hace 10 día en el sudeste
asiático, ha rezado por las víctimas del tsunami. Una oración que ha coincidido al
mediodía con los tres minutos de silencio en Europa en esta jornada de reflexión y
homenaje por las víctimas de la tragedia en Asia.
“En Europa la jornada de hoy está dedicada al luto por las numerosas víctimas del
maremoto, que trágicamente ha devastado el sudeste asiático. Una vez más, pido a todos
que os unáis a mi oración por tantos muertos y recemos por las poblaciones que están
padeciendo graves dificultades”.
El Pontífice, hablando en polaco, ha saludado asimismo a un grupo de peregrinos del
Círculo Deportivo de “Cracovia”, club de fútbol que celebra este año el centenario
y con el cual el Papa estuvo muy relacionado en su juventud. Esta tarde precisamente
Karol Woitila los recibirá en privado en la sala Clementina.
Y como no, también Juan Pablo II ha saludado en español a los peregrinos presentes
en el Aula Pablo VI.
Saludo con afecto a los peregrinos y familias de lengua española. En especial
a los peregrinos de Puerto Rico, acompañados por el Señor Cardenal Luis Aponte Martínez
y al grupo del Regnum Christi. Que todos podáis experimentar la protección de la Madre
del Redentor. Muchas gracias por vuestra atención y feliz y próspero año nuevo.