Cenas y discursos de Nochebuena en el mundo impregnados con deseos de solidaridad
y paz
Martes, 28 dic (RV) El cardenal Rogert Etchegaray, prefecto emérito del Consejo Pontificio
Justicia y Paz, compartió la cena de Nochebuena con 500 pobres a los que ofreció la
comida la Comunidad de Sant'Egidio en la basílica de Santa María, en el Trastevere
de Roma. El embajador de Colombia en Italia y el embajador de Estados Unidos ante
la Santa Sede ayudaron a servir las mesas.
El obispo de Terni, monseñor Vincenzo Paglia, también organizó una cena en la catedral
de la ciudad, en la que participaron 250 pobres, ancianos e inmigrantes. Por su parte
el cardenal Dionigi Tettamanzi, arzobispo de Milán, acudió a la cárcel de Monza, donde
ofició la misa y después departió con los reclusos, que le contaron sus experiencias.
El primado de la Iglesia anglicana y arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, aprovechó
su tradicional sermón de Navidad para subrayar la "profunda indiferencia" de los países
ricos ante los pobres. En un oficio religioso en la catedral de Canterbury, el reverendo
Williams discrepó de las naciones que se concentran en la lucha contra el terrorismo
y descuidan la erradicación de la pobreza.
Las dos iglesias mayoritarias alemanas, la católica y la evangélica, centraron sus
tradicionales mensajes de Navidad en las llamadas a la lucha contra la pobreza infantil
y por una mayor integración de los extranjeros. "Es una vergüenza que en nuestra sociedad
tantos niños deban vivir en el umbral de la pobreza", dijo el presidente de la Conferencia
Episcopal Alemana, el cardenal Karl Lehmann. Por parte de la Iglesia evangélica, el
presidente de su Consejo, Wolfgang Hubert lanzó una llamada a una convivencia más
armónica entre alemanes y extranjeros y pidió a éstos mayor voluntad de integración
Las fiestas de Navidad en Honduras estuvieron acompañadas por el dolor nacional a
causa de la matanza de 28 personas el pasado jueves en un autobús del transporte urbano
en el norte del país por la que ya ha sido detenida una persona. El dolor fue más
visible en San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante del país, donde ocurrió
la masacre. Horas antes de la Nochebuena algunos familiares enterraban a sus deudos.
La Policía cree que miembros de la "Mara (pandilla armada) Salvatrucha" son los responsables
de la masiva barbarie.