2005-01-03 12:24:58

Audiencia General: Invitación del Papa a contribuir en la obra de solidaridad hacia las poblaciones asiáticas


Miércoles, 29 dic (RV) Juan Pablo II dirigió el último miércoles del pasado año un nuevo y apremiante llamamiento a todos los creyentes y a todos los hombres de buena voluntad en favor de las poblaciones asiáticas víctimas de la descomunal catástrofe que se registró el pasado domingo frente a la isla Indonesia de Sumatra.

Refiriéndose a las noticias que siguen llegando de Asia, que muestran cada vez más la inmensidad de la espantosa catástrofe, que ha azotado de manera particular a la India, Indonesia, Sri Lanka y Tailandia, el Papa hizo hincapié en la importancia de impulsar la ayuda humanitaria.

Tras destacar que la comunidad internacional y muchas organizaciones humanitarias se han movilizado rápidamente para los primeros auxilios, el llamamiento del Papa señala que de la misma manera están procediendo numerosas instituciones caritativas de la Iglesia. En el clima navideño de esos días, Juan Pablo II invitó a todos a contribuir generosamente en esta gran obra de solidaridad hacia poblaciones ya duramente probadas y expuestas ahora al riesgo de epidemias.

El Santo Padre aseguró su cercanía con el afecto y la oración, especialmente a aquellos que están heridos y sin techo, mientras confió a la divina misericordia a las innumerables personas que han pedido la vida. Sobre este tema habló para Radio Vaticano monseñor Karel Kasteel, Secretario del Consejo Pontificio Cor Unum, para la promoción humana y cristiana, encargado de la caridad del Papa. RealAudioMP3

En esta última audiencia general del 2004 participaron, en el Aula Pablo VI, más de seis mil peregrinos provenientes de Polonia, República Checa, Estados Unidos de América, Alemania, España e Italia.

A lo largo de este 2004, son más de dos millones doscientos mil los fieles que han acudido a Roma para ver a Juan Pablo II y rezar con él en las audiencias Generales - que han sido 48 - además de los encuentros particulares, de las celebraciones litúrgicas y del rezo del Ángelus.

Con estos datos, la Prefectura Pontificia señala que en más de 26 años de Pontificado, Juan Pablo II ha acogido a más de 17 millones y medio de fieles y peregrinos en 1160 audiencias generales.

El Pontífice reflexionó en la catequesis sobre el versículo de la primera carta del apóstol San Pablo a los Hebreos que dice: “De una manera fragmentaria y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo”

Recordando que “en el tiempo de Navidad asumen singular elocuencia estas palabras con las que inicia la carta a los Hebreos”, Juan Pablo II reiteró que “en la Noche Santa, Dios ha dirigido a la humanidad de todos los tiempos y de todos los lugares su Palabra definitiva de salvación. El Hijo Unigénito del Padre, haciéndose hombre, ha puesto su morada entre nosotros. De esta manera se ha cumplido la espera del Mesías anunciado por los profetas. La liturgia de este periodo es toda una meditación y una profundización del misterio de la Encarnación”.

El Papa exhortó a permanecer ante el Nacimiento, pues “en esta tradicional representación de la Natividad “el eterno y omnipotente Creador” nos habla por medio del Hijo, Señor del universo que se ha hecho niño para encontrar al hombre, La Virgen María ha sido la primera en acogerlo y a presentarlo al mundo. Junto a Ella está José, llamado a ser, como Padre, el custodio del Redentor.

Completan la escena los ángeles, que proclaman alegres la “gloria de Dios” y anuncian la “Paz a los hombres”, y los pastores, representantes de la gente sencilla y pobre de la tierra. A ellos se unirán, dentro de unos días, los Magos, venidos de lejos para adorar al Rey del universo, ha añadido el Santo Padre, poniendo de relieve luego que la liturgia del tiempo navideño nos invita a correr alegres a la gruta de Belén para encontrar a Jesucristo, nuestro Salvador: “¡Venid, fieles! ¡Venid, adoremos al Señor Jesús!

Juan Pablo II exhortó a adorar al Señor Jesús, abriéndole las puertas del corazón, para que nos acompañe ahora y a lo largo de todo el año que está por empezar.

La liturgia de estos días es una meditación sobre el misterio de la Encarnación. Ante el tradicional Nacimiento, tratemos de escuchar a Dios, que nos habla por medio de su Hijo, hecho niño para estar con nosotros. Junto con María, la primera en acogerlo, con José, llamado a cuidar de Él como padre, y con los ángeles que festejan su venida, los pastores y los Reyes Magos, abramos las puertas del corazón al Señor Jesús, para que nos acompañe durante el Nuevo Año que comenzará en breve y durante toda la vida.

Como es tradicional el Santo Padre saludó en español a los fieles presentes en el Aula Pablo VI:
“Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular al grupo de Palencia. Invito a todos a invocar al Salvador del mundo, nacido en Belén. ¡Feliz Navidad! ¡Feliz Año Nuevo!”

Juan Pablo II, tras saludar en varias lenguas se dirigió a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Que la luz de Cristo, les dijo, que en la Noche de Navidad brilló sobre la humanidad, resplandezca sobre vosotros, e ilumine los pasos de vuestro camino en el nuevo año.







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