2004-11-25 14:22:04

«Volver a descubrir el verdadero rostro de la parroquia». Tema de la asamblea plenaria del Consejo Pontificio para los Laicos


«La comunidad parroquial es lugar de encuentro con Cristo y con los hermanos». Lo ha reiterado esta mañana Juan Pablo II en su discurso a los participantes en la asamblea plenaria del Consejo Pontificio para los Laicos, que - desde ayer y hasta el domingo - reflexionan sobre el tema «Volver a descubrir el verdadero rostro de la parroquia».

Tras destacar su aprecio por el empeño con el que este dicasterio vaticano «desarrolla su misión de reforzar en los bautizados - mediante múltiples iniciativas - la conciencia de su propia identidad y vocación cristiana», el Santo Padre ha citado el Encuentro de los católicos de Europa oriental, que el Consejo Pontificio para los Laicos organizó el año pasado en Kiev, Ucrania. Encuentro – ha señalado el Papa - que ha evidenciado el papel desarrollado por los fieles laicos en la reconstrucción espiritual y material de las naciones europeas del este «después de largos años de totalitarismo».

Juan Pablo II ha expresado su satisfacción por el esmero con el que este Consejo Pontificio sale al paso de la «nueva estación de agregación de los laicos, que se caracteriza por una colaboración más estrecha entre las distintas asociaciones, comunidades y movimientos». En este contexto, el Papa ha puesto de relieve la importancia del «Repertorio de las asociaciones internacionales», documento que ha calificado de «instrumento precioso».

Se trata de un documento que acaba de ser publicado y que responde a la invitación que el mismo Pontífice dirige en su Exhortación Apostólica Christifideles laici. Es un elenco pormenorizado de las asociaciones que reciben la aprobación oficial de la Santa Sede. El volumen – publicado en italiano y que se traducirá al español, inglés y francés – incluye 123 asociaciones de fieles. Se trata de todas aquellas que no dependen jurídicamente de las Congregaciones para el Clero, para los Institutos de Vida Consagrada, las Sociedades de Vida Apostólica, y para la Evangelización de los Pueblos, así como de las agregaciones que trabajan exclusivamente en ámbito diocesano o nacional.

El Papa ha manifestado asimismo que está informado de «los primeros pasos de la sección ‘Iglesia y Deporte’, instituida recientemente», en el Consejo Pontificio para los Laicos, así como sobre «los confortadores frutos del Forum internacional de los jóvenes sobre la pastoral universitaria» y ha dedicado unas palabras a «la intensa preparación de la Jornada Mundial de la Juventud», que se celebrará en Colonia, Alemania, en agosto de 2005.

Cita, cuyo lema «Hemos venido para adorarle» (Mt 2,2), impulsa a toda la Iglesia y, en especial a los jóvenes, a ponerse en camino como los Magos para encontrar a Dios hecho Hombre para salvarnos, ha reiterado Juan Pablo II, deteniéndose luego en los temas que la plenaria del Consejo Pontificio para los Laicos profundiza en estos días. Es decir, «La parroquia en un mundo que cambia. Los grandes desafíos socioculturales y religiosos»; «La institución parroquial. Perspectiva histórica, jurídica y pastoral» y «Construir juntos la comunidad parroquial. Consejos, ministerios, oficios, servicios y otras formas de colaboración y corresponsabilidad de los laicos».

El Santo Padre ha hecho hincapié en que la parroquia es «la expresión más visible e inmediata de la Iglesia que vive entre las casas de sus hijos y de sus hijas» (Exhortación Apostólica Christifideles laici 26). Aún más, Juan Pablo II ha subrayado que «la parroquia es la célula vital en la cual encuentra su colocación natural la participación de los laicos en la edificación y en la misión de la Iglesia en el mundo. Es presencia que llama constantemente a todo hombre a confrontarse con el sentido último de la vida. Es una puerta abierta para todos, para que cada uno pueda acceder al camino de la salvación».

«En una palabra, la parroquia es el lugar por excelencia del anuncio de Cristo y de la educación a la fe. Precisamente por ello, necesita renovarse constantemente para llegar a ser verdadera ‘comunidad de comunidades’, capaz de una acción misionera verdaderamente incisiva», ha insistido el Papa, señalando asimismo - «en este año dedicado a la Eucaristía» - que «la Eucaristía es el corazón que late de la parroquia, fuente de su misión y presencia que se renueva constantemente». Pues, en efecto, «la parroquia es comunidad de bautizados que expresan su identidad sobre todo a través de la celebración del Sacrificio eucarístico».








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