Conferido al Santo Padre el título de Doctor Honoris Causa por la Universidad polaca Nicolás Copérnico de Torum. Un reconocimiento que Juan Pablo II ha aceptado “con gratitud y como signo del diálogo entre ciencia y fe”.

Juan Pablo II ha recibido esta mañana a los miembros del Senado Académico de la Universidad Nicolás Copérnico de Torum en Polonia que le han conferido a Su Santidad el título de Doctor Honoris Causa, un galardón honorífico que el Pontífice ha aceptado como, ha dicho en su breve saludo, “con gratitud y como signo del diálogo entre la ciencia y la fe”.

Acogiendo en la Sala Clementina del Vaticano a los representantes de la Universidad de Torum, el Papa ha recordado la fecha de 1999 cuando personalmente visitó el ateneo polaco, hablando también en aquella ocasión del “diálogo” que está llamado a superar la contraposición iluminista entre la verdad alcanzada a través de la razón y aquella conocida mediante la fe.

“Hoy entendemos mejor que se trata de la misma verdad. Y es necesario que los hombres que lleguen a ella a través de sus propios medios personales, no caminen solos, sino que busquen confirmación de las propias intuiciones también en el encuentro con los demás. Sólo entonces los estudiosos y los hombres de cultura serán capaces realmente de asumir aquella responsabilidad especial que es la responsabilidad de la verdad”.

El Santo Padre se ha dicho muy satisfecho de que la Universidad polaca de San Nicolás se esté desarrollando de manera dinámica, ofreciendo la posibilidad a un grupo cada vez mayor de jóvenes de poder participar en el estudio de la ciencia. Un desarrollo que se está alcanzando gracias al apoyo de las Autoridades locales. “No hay mayor riqueza en una nación -ha dicho el Papa- que la de estar formada por ciudadanos doctos”.