Gran acogida de la convocatoria de la II Asamblea Especial para África del Sínodo
de los Obispos
Juan Pablo II anunció la convocación de la II Asamblea Especial para África del Sínodo
de los Obispos y llamó a rezar por la paz en este continente, al recibir a los prelados
africanos y europeos que han participado en el Simposio dedicado a la comunión y la
solidaridad entre África y Europa.
Con un gran aplauso fue recibida la intención
de Juan Pablo II de convocar la segunda Asamblea sinodal para África: «Acogiendo
los votos del Consejo post sinodal e interpretando el anhelo de los pastores africanos,
aprovecho esta ocasión, para anunciar mi intención de convocar la segunda Asamblea
Especial para África del Sínodo de los Obispos».
En su audiencia a los prelados
que habían participado en el Simposio de Obispos africanos y europeos - dedicado al
tema de la comunión y la solidaridad entre ambos continentes - el Papa invitó «a implorar
al Señor el don precioso de la comunión y de la paz para la amada tierra de África».
Poniendo
de relieve que «el estilo de amor fraterno constituye un significativo testimonio
que los Pastores de las Iglesias en Europa y en África están llamados a ofrecer para
afrontar los grandes desafíos que interpelan a la fe cristiana en esta sociedad nuestra
globalizada», el Santo Padre destacó la importancia de este encuentro que ha servido
para profundizar en la fraternidad sacramental; el intercambio de dones; el diálogo
entre la cultura y la mentalidad europea y la africana; la valorización de las distintas
tradiciones; temas existenciales como la concepción del hombre y de la sociedad; programas
pastorales; evangelización y relaciones ecuménicas e interreligiosas.
Reiterando
asimismo que la unidad de la Iglesia se edifica en la Eucaristía y se manifiesta en
una búsqueda de la fraterna y solidaria cooperación, Juan Pablo II hizo hincapié en
que la conciencia de desarrollar la misma misión al servicio del Evangelio en Europa
y en África ayudará a los prelados de estos dos continentes a «seguir cada vez con
mayor atención también las expectativas de la familia universal de los pueblos». «Urgente
acción misionera» ésta que se puede cumplir sólo si se cultiva, «en primer lugar,
la oración y el contacto personal con Cristo».
El Papa se unió a las oraciones
que acompañan a los obispos africanos y europeos, e invocando la protección de María
Santísima pidió asimismo la especial intercesión de San Agustín de Hipona, «cuya figura
es como un puente entre África y Europa», de quien se celebra, precisamente este sábado
el 1650 aniversario de nacimiento y cuyas reliquias han sido trasladadas a Roma.
En
este Simposio de los Obispos de África y Europa ha participado también el prelado
español Juan José Omella, obispo de Logroño, que ante nuestros micrófonos, destacó
la importancia de este encuentro: