El Papa encomienda a Dios el alma del presidente palestino Arafat
Juan Pablo II encomendó a Dios el alma del presidente Yaser Arafat y reza para que
el Príncipe de la Paz haga que la estrella de la paz brille pronto sobre Tierra Santa
para que palestinos e israelíes se reconcilien y convivan como dos estados independientes
y soberanos.
En un telegrama, dirigido al presidente del Consejo Legislativo
Palestino, el cardenal Sodano transmitió “en estos momentos de tristeza” la cercanía
del Santo Padre a la familia de Yaser Arafat, a las autoridades y al pueblo palestino”.
La
Santa Sede se unió también al dolor del pueblo palestino por el fallecimiento del
presidente Yaser Arafat. En una declaración a los medios de comunicación el director
de la sala de prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls, se refirió a Arafat
como un líder de gran carisma que amó a su pueblo y que ha intentado guiarlo hacia
la independencia nacional. Navarro expresó también el deseo de que Dios, en su misericordia,
acoja el alma del ilustre difunto y conceda la paz a Tierra Santa, don dos estados
soberanos totalmente reconciliados.
Yaser Arafat falleció la madrugada del
jueves en un hospital militar de Paris. Los restos mortales del presidente de la Autoridad
Palestina abandonaron la capital francesa al caer la tarde a bordo de un avión militar
francés con rumbo a El Cairo, donde se celebró el viernes el funeral de Estado.