2016-12-21 09:37:00

Misterio de esperanza es el pesebre que preparamos en nuestras casas, expresó el Papa


REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz 

En un mundo en guerra, con tanta indiferencia y  violencia; perseguidos y evacuados, gente sin tierra, sin techo, sin trabajo; con tantos hombres y mujeres descendiendo el abismo del desánimo, el Dios de la Navidad no puede no ser un Dios de esperanza. Por eso Francisco fue directo el 21 de diciembre y dijo en su catequesis, que la Navidad marca el momento concreto en el que la esperanza entró en el mundo y llamó a contemplar este misterio.

“El nacimiento de Jesús –dijo-, nos trae una esperanza segura, visible y evidente, que tiene su fundamento en Dios mismo. Jesús, entrando en el mundo, nos da fuerza para caminar con él hacia la plenitud de la vida y vivir el presente de un modo nuevo.”

Y refiriéndose a los pesebres navideños de los hogares explicó que “el pesebre que preparamos en nuestras casas nos habla de este gran misterio de esperanza. Dios elige nacer en Belén, un pueblito insignificante. Allí, en la pobreza de una gruta, María, Madre de la esperanza, da a luz al Redentor. Junto a ella está José, el hombre justo que confía en la palabra del Señor; los pastores, que representan a los pobres y sencillos, que esperan en el cumplimiento de las promesas de Dios, y también los ángeles cantando la gloria del Señor y la salvación que se realiza en este Niño. Dios siempre elige lo pequeño, lo que no cuenta, para enseñarnos la grandeza de su humildad.”

"Que por intercesión de la Virgen y de san José, la contemplación del misterio de la Navidad nos ayude a recibir a Jesús en nuestra vida, y podamos ser humildes colaboradores en la venida de su Reino, Reino de amor, de justicia y de paz. Feliz Navidad, llena de esperanza para todos". @jesuitaGuillo








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