El cierre del Año de la Misericordia vivido en las Redes

(RV).- El Papa Francisco presidió la Santa Misa de clausura del Año Santo de la Misericordia, tras cerrar la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro el domingo 20 de noviembre, solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo.

«Dios no tiene memoria del pecado, sino de nosotros, de cada uno de nosotros, sus hijos amados. Y cree que es siempre posible volver a comenzar, levantarse de nuevo», dijo el Obispo de Roma en su homilía ante más de 70 mil fieles y peregrinos llegados desde distintas partes del mundo para vivir este momento histórico, en el que también participaron como concelebrantes los nuevos Cardenales creados por el Pontífice en el Consistorio del sábado 19 de noviembre.

Los oyentes de Radio Vaticana vivieron paso a paso y con gran emoción el cierre del Año Jubilar a través de las Redes Sociales, siguiendo nuestra crónica en directo, junto con las publicaciones de imágenes y videos compartidos en nuestros espacios de Facebook y en Twitter. Muchos de ellos, interactuaron con nosotros enviándonos mensajes de AUDIO a nuestro número de WhatsApp al (0039) 347 225 0785, contándonos qué sienten y piensan a partir de sus propias experiencias de fe albergadas durante este tiempo especial de gracia. Escuchemos:

«Como Dios cree en nosotros, infinitamente más allá de nuestros méritos, también nosotros estamos llamados a infundir esperanza y a dar oportunidad a los demás», continuó explicando el Papa. «Porque, aunque se cierra la Puerta santa, permanece siempre abierta de par en par para nosotros la verdadera puerta de la misericordia, que es el Corazón de Cristo. Del costado traspasado del Resucitado brota hasta el fin de los tiempos la misericordia, la consolación y la esperanza».

Teniendo presente esta palabras, invitamos a toda nuestra audiencia a seguir compartiendo con nosotros sus testimonios a lo largo de este Jubileo, enviando sus mensajes de AUDIO por WhatsApp y sus comentarios en las Redes Sociales; recordando que si bien el Año Santo de la Misericordia ha culminado, el camino de vida misericordiosa al que estamos llamados todos los cristianos, no ha hecho más que empezar.

(SL-RV)