2016-11-07 13:23:00

Llamamiento de la Iglesia Argentina en memoria del padre Viroche


(RV).-  La Comisión Nacional de Justicia y Paz, organismo de la Conferencia Episcopal Argentina, al cumplirse un mes de la muerte del Padre Juan Viroche el cuatro de noviembre, publicó un comunicado en el cual propone reflexionar sobre el desafío de la lucha contra la expansión del narcotráfico y las secuelas que la drogodependencia produce en muchos de nuestros hermanos.

El padre Juan se enfrentó con valentía a las mafias que manejan el narcotráfico. Aunque las circunstancias de la trágica muerte del sacerdote aún deben ser esclarecidas por la Justicia, la misma ha puesto de manifiesto "una situación de inusitada e intolerable gravedad", se lee en el comunicado.

La comisión hace llegar su cercanía y aliento a la comunidad herida por la muerte de su pastor y por el daño que causan en ella la droga, el crimen y la corrupción. Las grandes cantidades de dinero que mueve el narcotráfico, está manchado con sangre, afirman, y sangre que es "mayoritariamente de los pobres". "El narco menudeo cuestiona la cultura del trabajo y las drogas afectan gravemente la salud de muchos niños y jóvenes. Por eso ninguna lucha contra el narcotráfico podrá ser exitosa sin inclusión y desarrollo social". "Las mafias, que lucran con la muerte al dedicarse al narcotráfico, no dudan en amenazar o incluso matar a aquellos que consideran un obstáculo a sus mezquinos intereses", y "lamentablemente, ya son muchas las víctimas a lo largo y a lo ancho del país".

Las bandas criminales están infiltradas en distintos sectores e instituciones de la sociedad. Reconociendo la labor realizada por diversas ONG´s y personas de buena voluntad en favor de quienes sufren las consecuencias del tráfico ilegal, se pone de manifiesto la necesidad de apoyo por parte de los diferentes organismos del Estado y de la sociedad: "Nos reconforta ver que las más altas autoridades de la Nación han asumido públicamente el compromiso de enfrentar el narcotráfico. Esperamos ahora que se pongan los medios para que esa lucha sea eficaz. Urge que las fuerzas policiales y de seguridad y los organismos en que se hayan infiltrado los intereses del narcotráfico, sean depurados".

Es imperioso no perder de vista a las víctimas. En este punto se refieren a la necesaria labor del Estado y de la Sociedad Civil, y se reconocen los muchos esfuerzos que realiza la Iglesia para ayudar a las víctimas de este flagelo: "Las adicciones son una forma de esclavitud moderna y muchas de las personas y familias que se enfrentan a esta problemática no saben o no tienen a quién recurrir para solicitar ayuda", constatan, y alientan, asimismo, tanto a las personas como a las instituciones comprometidas en acompañar, ayudar y contener a las víctimas, "a redoblar los esfuerzos realizados". 

Llamado al protagonismo. Para terminar con el flagelo, el comunciado concluye aseverando la necesidad de protagonismo en la prevención, en la educación, en la asistencia o en la denuncia, y pidiéndole al Señor Jesucristo y a su Santísima Madre, que iluminen y acompañen el camino, que bendigan y hagan fructífero el trabajo de las autoridades y de las personas dedicadas a enfrentar este problema, y que protejan y sostengan en la esperanza a los hermanos que sufren como consecuencia del narcotráfico.

La Comisión de Justicia y Paz está conformada principalmente por laicos y cuenta con el asesoramiento del Presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, Monseñor Jorge Lozano.

Más información en http://www.justiciaypaz.org/

(Griselda Mutual - Radio Vaticano)








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