2016-09-24 16:21:00

Radio Vaticano en español para Guinea Ecuatorial y África


(RV).- Dedicamos nuestro espacio a la Visita del Santo Padre a Asís, con motivo de la «Jornada Mundial de Oración por la Paz: Sed de paz. Religiones y culturas en diálogo».

«Ante Cristo crucificado, nosotros los cristianos estamos llamados a contemplar el misterio del Amor no amado y derramar misericordia sobre el mundo», dijo el Sucesor de Pedro, señalando que estamos llamados a ser árboles de vida, como la Cruz, que transforma el mal en bien.

Estamos llamados a absorber la contaminación de la indiferencia y a restituir al mundo el oxígeno del amor, destacó también el Papa.

Y recordó que para ello debemos estar unidos a Cristo y como discípulos del Señor estar con los que sufren.

Tras señalar que Cristo en la Cruz dice «tengo sed»: sed de donarnos el  agua viva de su amor y sed de recibir nuestro amor, el Santo Padre destacó que los cristianos debemos calmar la sed del Señor con nuestro amor compasivo, inclinándonos sobre las miserias de los que sufren. Debemos responder al grito demasiadas veces ignorado de las víctimas de las guerras, de aquellos que viven bajo los bombardeos o están obligados a migrar con rumbo desconocido, despojados de todo.

Hemos venido a Asís como peregrinos en busca de paz y sin armas, dijo también el Papa Francisco en el discurso al concluir el encuentro, reiterando que «creemos en la fuerza mansa y humilde de la oración». Y que en esa «jornada, la sed de paz se ha transformado en una invocación a Dios, para que cesen las guerras, el terrorismo y la violencia».

La oración concluyó con la invocación de paz en especial para todos los países en guerra, «contaminados con el virus del odio y del conflicto» y para los focos de tensión, como en Afganistán, Birmania, Burundi, Congo, las dos Coreas, Irak, Siria, Ucrania, Yemen, etc.

(CdM – RV)








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