«Fuimos para que Dios nos sorprenda», la voz de nuestros oyentes tras la JMJ

(RV).- Fe y alegría fueron los dos ingredientes fundamentales con los que se «leudó» el ambiente de la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia (JMJ). La conexión y la complicidad entre el Papa Francisco, y los cientos de miles de jóvenes allí reunidos, colmaron todas las expectativas de este gran encuentro fraternal entre chicos y chicas provenientes de todo el mundo.

 El cierre de la JMJ 2016 tuvo su momento culmen en el encuentro del Santo Padre con los aproximadamente 20 mil voluntarios que colaboraron en la organización de este evento y que se reunieron en el Tauron Arena, el gran palacio deportivo de Cracovia, durante su última jornada en Polonia. «¿Quieren ser esperanza para el futuro o no?», les preguntó Francisco.

Al enérgico grito afirmativo de «¡sí!» de los jóvenes, el Papa añadió que para ello es necesario cumplir con dos condiciones: «La primera condición es tener memoria, preguntarme de dónde vengo, memoria de mi pueblo, de mi familia, memoria de toda mi historia, porque ¡un joven desmemoriado no es esperanza para el futuro! La segunda condición es ¡tener coraje!, ¡ser valiente!, ¡no asustarse!».

Dos condiciones sugeridas por el Santo Padre, como clave en la «receta de la vida» que deben seguir los jóvenes, para llegar a convertirse en la esperanza del futuro.

En Radio Vaticana seguimos recibiendo profundos testimonios de jóvenes que estuvieron en la JMJ 2016 y que comparten a través de nuestro número de WhatsApp [phone], sus experiencias espirituales vividas junto a cientos de miles de chicos y chicas de todo el mundo, reunidos en nombre de Cristo junto al Papa Francisco. Escuchemos:

«Realmente hemos venido para que Dios nos sorprenda. Llegué con un amigo y acompañamos al grupo Juventutem, que es una asociación católica de jóvenes pro misa tradicional. Cada día nos hemos encomendado a Dios para que nos sorprendiera, nos guiara de su mano y así ha sido», cuenta Juan De Las Parásceves, un joven de Málaga que ha participado en la JMJ en Cracovia; su tercera tras haber estado en las Jornadas Mundiales de la Juventud de Colonia 2005 y en la de Madrid 2011. «Hemos conocido a muchísimas personas, hemos podido visitar capillas con el Santísimo expuesto durante horas. Ha sido una fuente de gracia enorme. Desde allí, yo personalmente he estado rezando por todos los jóvenes que venían a la JMJ para que el Señor abriera sus corazones, para que puedan estar abiertos a su gracia y puedan responder a lo que Dios les pide.

«Ha sido una JMJ excepcional y fantástica. Hemos visto muchos testimonios y a los jóvenes muy contentos viendo cómo realmente la única paz procede de Cristo y no de la paz que el mundo pretende dar», continúa explicando nuestro oyente Juan, quien pide oraciones especialmente por todos aquellos que no han podido participar de este encuentro e igualmente oraciones por todas aquellas personas que lo necesitan.

«Todos estos días de la JMJ fueron muy lindos. Nos encontramos con jóvenes de todo el mundo. Se vivió un clima de alegría y de paz, de unión y fraternidad. Estamos recibiendo muchísimas gracias. También rezamos mucho por todos, especialmente por el mundo entero y junto al Papa», cuenta otra joven, perteneciente a la Comunidad de la Diócesis de Zárate, Buenos Aires, Argentina; quien nos envía un mensaje de audio haciendo hincapié en la visita que hicieron al museo del campo de concentración de Auschwitz, donde rezaron por todas las almas de las víctimas que allí murieron. 

Testimonios como el de estos jóvenes nos ayudan a profundizar sobre el verdadero sentido de estas jornadas, que marcan en muchos casos de manera intensa, el corazón de quienes participan en ellas; haciendo crecer frutos abundantes de fe, esperanza y de misericordia, especialmente teniendo en cuenta el contexto del Año Jubilar que seguimos celebrando.

¡Gracias por vivir esta Jornada Mundial de la Juventud junto a la Radio del Papa!

(SL-RV)