2016-08-03 18:19:00

Creación y evolución, y no creacionismo y evolucionismo


Diálogos de Radio Vaticano, con el padre Sergio Moreno

Vamos a comenzar una serie de programas considerando la invitación del Papa a cuidar la creación, la casa común, a través de su Encíclica Laudato SíHoy nos vamos a centrar en esa terminología de Creación y evolución, y no creacionismo y evolucionismo.

Como ha escrito Benedicto XVI, Santo Tomás, en un momento de enfrentamiento entre dos culturas, la pre-cristiana de Aristóteles y la cultura cristiana clásica; en un momento en que parecía que la fe debía rendirse ante la razón, “mostró que van juntas, que lo que parecía razón incompatible con la fe no era razón, y que lo que se presentaba como fe no era fe, pues se oponía a la verdadera racionalidad; así, creó una nueva síntesis, que ha formado la cultura de los siglos sucesivos”. 

En cierto modo, esta situación vivida por Santo Tomás se reproduce en nuestra época. La ciencia, con todo su impulso, con toda su exactitud, parece imponerse, hasta con su ateísmo metodológico. La ciencia – en el sentido lógico y empírico -, las ciencias naturales, no saben nada de Dios. Ni saben ni pueden saberlo, ya que Dios no es un objeto más del conocimiento científico-natural. Dios no es un objeto, Dios es siempre un Sujeto.

Entre ciencia (natural) y teología no existe homogeneidad. Son dos tipos de discursos muy diferentes. Entre ciencia y fe, entre ciencia y teología, se requiere la mediación del pensamiento filosófico, que aúna, o pretende hacerlo, rigor y universalidad. Los límites de la ciencia que confinan con la fe no son científicos, son filosóficos.

27 de julio

 








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