Jesús en la casa de Marta y María, antes de ser Señor y Maestro, es peregrino y huésped, dijo el Papa

REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz

“La respuesta que Jesús da a María –cuando le dice que una sola cosa es necesaria- encuentra su pleno significado en referencia a la escucha de la palabra de Jesús mismo, aquella palabra que ilumina y sostiene todo lo que somos y que hacemos”, afirmó Francisco el 17 de julio.

Si nosotros vamos a rezar delante al Crucifijo – por ejemplo- y hablamos, hablamos, hablamos y hablamos. Y después nos vamos: ¡no escuchamos a Jesús! No dejamos que Jesús nos hable al corazón –explicó el Obispo de Roma-, insistiendo que “escuchar” es una palabra clave. “¡No olviden! No debemos olvidar que la Palabra de Jesús nos ilumina, nos sostiene y sostiene todo lo que somos y que hacemos”. Y explicó que en la casa de Marta y María, Jesús, antes de ser Señor y Maestro, es peregrino y huésped. Y que, por lo tanto, su respuesta tiene este primer y más inmediato significado: Marta, Marta, ¿por qué te preocupas tanto por el huésped de modo que llegas a olvidar su presencia? “¡El huésped se transforma en un convidad de piedra!”, dijo el Papa. “Para recibirlo no son necesarias muchas cosas; más bien, es necesaria una cosa sola: escucharlo, demostrarle una actitud fraterna, de modo que se sienta en familia, y no en un alojamiento provisorio”. @jesuitaGuillo