Por atenderlo no lo escucho y el huésped se vuelve un "convidado de piedra", dijo el Papa

REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita guillermo Ortiz

“El huésped no debe ser simplemente servido, alimentado. Es necesario sobre todo que sea escuchado… Porque el huésped es recibido como persona, con su historia, su corazón rico de sentimientos y de pensamientos, para que se pueda sentir verdaderamente en familia”, expreso Francisco en su reflexión del domingo 17 de julio, sobre el modo diverso en que tratan a Jesús, Marta y María.

“Si recibes a un huésped en tu casa, pero continúas haciendo cosas… es como si fuera de piedra: el convidado de piedra. ¡No! El huésped debe ser escuchado… demostrarle una actitud fraterna, de modo que se sienta en familia, y no en un alojamiento provisional”.

Francisco dijo que, así entendida la hospitalidad -que es una de las obras de misericordia-, aparece como una virtud humana y cristiana que en el mundo de hoy corre el riesgo de ser descuidada. “De hecho, se multiplican las casas de descanso y los hospicios, pero no siempre en estos ambientes se practica una hospitalidad real. Se da vida a varias instituciones que atienden muchas formas de enfermedad, de soledad, de marginación, pero disminuye la probabilidad para quien es extranjero, marginado, excluido de encontrar alguno dispuesto a escucharlo… Incluso en la propia casa, entre los propios familiares, puede suceder que se encuentren más fácilmente servicios y cuidados de varios tipos y no de escucha y acogida”. @jesuitaGuillo