2016-07-05 17:20:00

Obispos de Colombia: “Compasión, inclusión y perdón son los pilares para la paz”


(RV).- “Compasión, inclusión y perdón son los pilares para la paz”, lo afirmó Mons. Luis Augusto Castro Quiroga, Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), al dar inicio a la centésima primera Asamblea Plenaria del Episcopado colombiano que se celebra en Bogotá del 4 al 8 de julio.

En su discurso inaugural, el Prelado marcó la ruta de reflexión que los Obispos sostendrán durante esta Asamblea Plenaria. Mons. Castro Quiroga se centró en la teología de la paz que fija su acción en el amor al enemigo, el perdón que antecede al arrepentimiento y la respuesta no violenta al odio. “Jesús nos enseña el sentido del amor hacia los enemigos – afirmó el Presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana – es decir, una política de compasión que va ligada a una política de inclusión”. A través del perdón, agregó Mons. Castro Quiroga, los colombianos están invitados a terminar con el “espíritu de venganza y los sentimientos interesados y mudables” y que la paz no sólo se entienda en los términos del derecho.

Además, el Arzobispo de Tunja aseguró que el perdón representa una doble decisión: “primero, no permitir que el otro permanezca como un enemigo y segundo, abrir un espacio en la propia vida para reincorporar a aquel del que nos hemos separado y hemos excluido”. Por ello, “los colombianos estamos llamados a realizar la práctica del mucho más, aseguró Mons. Castro Quiroga, es decir, hacer más allá de lo ordinario, de lo mínimo y de lo usual para construir la paz y que la manera de hacer política es a través de la acción y las prácticas para acabar con la guerra, promover el perdón y la reconciliación, denunciar las injusticias y promover la justicia utilizando el poder de la no violencia”.

En este sentido, “la paz no se reduce a la paz interior, afirmó el Presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana, es decir a la del corazón, la espiritual y que no puede ser separada del ámbito político porque en esencia la paz se alcanza a través de una comunidad ordenada, que vive en la verdad, la caridad, la democracia, la libertad y la justicia. En este sentido, agregó el Prelado, la paz requiere de dedicación permanente para que no sea deformada. Además, aclaró que al hablar de una acción política no hace referencia a una opción política partidista, sino a ser fieles al Evangelio de Jesús.

Dirigiéndose a sus hermanos en el Episcopado, los animó para que desde sus jurisdicciones promuevan en todos los colombianos la construcción de una nueva casa con cimientos éticos, espirituales y culturales que favorezcan la construcción de la paz en tiempos de post conflicto. El rol de la Iglesia, precisó el Prelado, será el de vigía de la novedad del post conflicto y que se convierta en un gran observatorio de paz. Refiriéndose al acuerdo entre el Gobierno y las FARC, Mons. Castro Quiroga resaltó que con la firma del cese al fuego el país se ha librado de un “obstáculo grande”, pero advirtió que esta etapa no es la definitiva ya que la construcción de la paz requiere de “un gran esfuerzo”, guiados por las enseñanzas de Jesús.

Antes de concluir su discurso, el Arzobispo de Tunja pidió que los niños que han sido reclutados por las FARC sean ayudados por la Iglesia de manera personalizada, con amistad y acogida. Asimismo, solicitó al Presidente de la República que promueva una “pedagogía de la paz” para ayudar a la población a comprender el valor y el significado de estos eventos.

(RM – RV)








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