2016-05-26 13:07:00

Jesús Pan de vida y Amor infinito, con el Papa Francisco


Contemplación, adoración y memoria

(RV).- El Amor que mana del Sacramento del Cuerpo y Sangre de Cristo es «viático» para sus discípulos, actualiza la Alianza que nos purifica y une en comunión con Dios, con todos los necesitados y con los cristianos perseguidos por la fe en Jesús, por la paz y reconciliación para todo el mundo.

Nos preparamos a celebrar el Corpus Christi con estas palabras del Papa Francisco en su homilía para la celebración de esta solemnidad, en 2015.

Poniendo en guardia contra los peligros de disgregarnos y despreciarnos y alentando a testimoniar la caridad, la misericordia y la esperanza, alimentándonos con el amor de Cristo, que derramó su Sangre para que fuésemos purificados.

«Participando en la Eucaristía y alimentándonos de ella, somos introducidos en un camino que no admite divisiones. El Cristo presente en medio de nosotros, en el signo del pan y del vino, exige que la fuerza del amor supere toda laceración, y al mismo tiempo se convierta en comunión también con el más pobre, apoyo para el débil, atención fraterna hacia quienes luchan por sostener el peso de la vida diaria, y están en peligro de perder la fe.

La Sangre de Cristo nos liberará de nuestros pecados y nos restituirá nuestra dignidad. Nos liberará de la corrupción. Sin nuestro mérito, con sincera humildad, podremos llevar a los hermanos el amor de nuestro Señor y Salvador. Seremos sus ojos que van en busca de Zaqueo y de la Magdalena; seremos su mano que socorre a los enfermos en el cuerpo y en el espíritu; seremos su corazón que ama a los necesitados de reconciliación, misericordia y comprensión.

Mientras caminemos a lo largo de la calle, sintámonos en comunión con los numerosos hermanos y hermanas nuestros que no tienen la libertad de expresar su fe en el Señor Jesús. Sintámonos unidos a ellos: cantemos con ellos, alabemos con ellos, adoremos con ellos. Y veneremos en nuestro corazón a los hermanos y hermanas a quienes se les ha pedido el sacrificio de la vida por fidelidad a Cristo: que su sangre, unida a la del Señor, sea prenda de paz y reconciliación para todo el mundo».

En su audiencia general, en  la víspera de la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo del Jubileo de la Misericordia ésta fue la invitación, del Papa Francisco para la celebración del Corpus en la Catedral de Roma, que culmina en la Basílica de Santa María La Mayor:

«Mañana, en Roma viviremos la tradicional procesión del Corpus Domini. A las 7 de la tarde, en la Plaza de San Juan de Letrán, celebraré la Santa Misa, y luego adoraremos al Santísimo Sacramento caminando hasta la Basílica de Santa María La Mayor. Invito a los romanos y a los peregrinos a participar en este solemne acto público de fe y de amor a Jesús realmente presente en la Eucaristía»

(CdM – RV)








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