(RV).- Sensibilización, investigación y acceso a la curación: son los tres aspectos focalizados por el Papa Francisco en el discurso que dirigió en la mañana de este viernes 29 de abril, a los 700 participantes de la Conferencia Internacional dedicada a la medicina regenerativa, en programa en el Vaticano del 28 al 30 de abril, con un tema principal: la curación de las enfermedades raras.
En su discurso a los presentes el Pontífice destacó la profesionalidad aplicada en la búsqueda de posibles terapias y el complejo problema del acceso a curación de las personas afectadas por estas enfermedades raras, a quienes “a menudo no se da la justa atención porque no se ve un retorno económico en las inversiones que se realizan a su favor”.
Tras subrayar que el encuentro “asume un valor aún más significativo en el horizonte del Jubileo de la misericordia” Francisco constató que este proyecto es “motivo de esperanza” porque “ve involucradas personas e instituciones de diversas culturas, sociedades y religiones, acomunadas por una marcada sensibilidad hacia las personas enfermas”.
El Obispo de Roma se detuvo entonces brevemente en tres aspectos del compromiso emprendido por el Pontificio Consejo de la Cultura junto a la Fundación Vaticana Ciencia y Fe – STOQ y la Fundación Steam for Life:
En primer lugar la sensibilización, “de fundamental importancia para promover en la sociedad el crecimiento del nivel de empatía – aseguró – para que nadie permanezca indiferente ante la invocación de ayuda del prójimo” y se responda con “diligencia a estas personas”.
La segunda palabra: investigación. Con dos acepciones inseparables: la educación y la investigación científica propiamente dicha. Y en este sentido el Papa destacó la urgencia educativa “que garantice una adecuada formación humana, asegurando el máximo nivel profesional” así como la investigación, que necesita de una constante atención a las cuestiones morales para ser instrumento de tutela de la vida y de la dignidad de la persona humana”.
La tercera expresión: “asegurar el acceso a la curación” porque – insistió el Papa – “hay que oponerse a una economía de la exclusión y de la inequidad que siembra víctimas cuando el mecanismo de la ganancia prevalece sobre el valor de la vida humana. Esta es la razón por la cual – explicó – es necesario contraponer la globalización de la empatía a la globalización de la indiferencia”. Por esto – puntualizó el Obispo de Roma – estamos llamados a hacer conocer el problema de las enfermedades raras a nivel mundial, a invertir en una formación más adecuada e incrementar los recursos para la investigación, a promover la adaptación legislativa y el cambio del paradigma económico, para que sea privilegiada la persona humana ”.
Finalmente, el aliento del Santo Padre a “cultivar estos valores” para ser, en este Año Jubilar, “cooperadores cualificados y generosos de la misericordia del Padre”.
(MCM-RV)
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