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(RV).- “Hermanos y hermanas, he querido estar hoy con ustedes y quisiera decirles que no están solos”. “No están solos”. Fue el mensaje de cercanía y de solidaridad que llevó el Papa Francisco a los cerca de dos mil quinientos prófugos del Campo de Refugiados de Mória, en la isla de Lesbos, a quienes también dedicó palabras de aliento: “¡No pierdan la esperanza! - les dijo. El mayor don que nosotros podemos ofrecer es el amor: una mirada misericordiosa, la solicitud para escucharnos y entendernos, una palabra de aliento, una oración”.
Acompañarlos, demostrar su cercanía y solidaridad, escuchar sus historias, y llamar la atención del mundo ante la grave crisis humanitaria que allí se vive, implorando al mismo tiempo, su solución, fueron las intenciones de Francisco. Pero sobre todo fue mostrarnos que no son las palabras, sino los actos, los que importan. Y por ello, predicando con el ejemplo, el Santo Padre volvió al Vaticano con tres familias de refugiados.
«¡Qué grande es su amor!»Comenta María de los Angeles Ovelar en nuestra página de Facebook, al enterarse de la visita del Papa a Lesbos.
En este servicio escuchamos que más comentan nuestros seguidores de Radio Vaticana a través de las Redes Sociales sobre esta breve, pero intensa visita del Papa:
Theresa Potraz - Egle comenta: "Maravilloso el viaje del Papa, un gesto para que despertemos todos y nos demos cuenta de que sólo si damos amor y sabemos escuchar, seremos capaces de abrir nuestros corazones y derrumbar barreras. Ayudar y unirnos, ése es el camino que debemos seguir".
Carolina Benítez Magaña dice: "Dios bendice al Papa Francisco por sus actos de amor y misericordia. Ojalá muchos presidentes del mundo hagan lo que él hace".
Moises Hernandez comparte: "Eso es lo que el mundo necesita, la misericordia. Protege Señor con tu espíritu a tu mensajero de paz y amor. Papa Francisco te quiero mucho".
"Dios bendiga al Papa Francisco, a estas familias y a todas las familias que están en ese lugar", agrega Yesenia Martínez, mientras que Óscar De Prada López escribe: "Si Francisco fuera torero, saldría a hombros y por la puerta grande en todas las plazas del mundo tras este gesto. Seguramente sea el único líder de gobierno en Europa que se haya atrevido a ver con sus propios ojos esta crisis de inmigrantes. Y encima, se lleva a tres familias consigo... 'Que donde haya tristeza, ponga yo alegría'. Es el fragmento de una oración que deberían conocer todos los cristianos. Y el Papa la conoce, a juzgar por este gesto".
“Quisiera renovar hoy mi apremiante llamamiento a la responsabilidad y a la solidaridad frente a una situación tan dramática. Muchos de los refugiados que se encuentran en esta isla y en otras partes de Grecia están viviendo en unas condiciones críticas, en un clima de ansiedad y de miedo, a veces de desesperación, por las dificultades materiales y la incertidumbre del futuro”. Nos quedamos con este llamamiento del Papa Francisco, que nos hace a todos y a cada uno de nosotros, para que abramos nuestro corazón, tengamos misericordia ante los problemas de los demás y aprendamos a tender puentes y no construir muros, porque todos, somos hermanos.
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