Deja que la luz de Dios entre en tu corazón. Nuestros oyentes en la red

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Continuamente vemos, y veremos, problemas cerca de nosotros y dentro de nosotros. Siempre los habrá, pero hay que iluminar esos problemas con la luz del Resucitado. El Papa Francisco nos invitó a reflexionar sobre nuestros comportamientos con y hacia los demás a través de un gran ejemplo, como Pedro: “Después de haber escuchado a las mujeres y de no haberles creído, no se quedó sentado a pensar, no se encerró en casa como los demás…, buscó a Jesús, no a sí mismo. Prefirió la vía del encuentro y de la confianza y, tal como estaba, se levantó y corrió hacia el sepulcro, de dónde regresó admirándose de lo sucedido. Este fue el comienzo de la «resurrección» de Pedro, la resurrección de su corazón. Sin ceder a la tristeza o a la oscuridad, se abrió a la voz de la esperanza: dejó que la luz de Dios entrara en su corazón sin apagarla”.

Hace unos días, compartíamos con nuestra comunidad de oyentes las siguientes palabras del Papa: "No permitamos que la oscuridad y los miedos atraigan la mirada del alma y se apoderen del corazón, sino escuchemos las palabras del Ángel: el Señor "no está aquí. Ha resucitado."

A continuación escucharemos los comentarios que recibimos de los seguidores de Radio Vaticana a través de nuestras Redes Sociales compartiendo sus pensamientos sobre esta reflexión del Santo Padre: Carlos Aguirre comenta: No podemos dejarnos seducir por la oscuridad que muchas veces se nos presenta de forma atractiva, ni de los miedos que nos atormentan por no reconocer nuestras culpas. Cristo murió y resucito ahora nos toca a nosotros; vivir bajo la luz que es él mismo, amando y perdonando tal y como él nos lo enseño.

Candelaria Carrizales dice: La luz siempre será más fuerte que la oscuridad, porque la luz es Cristo mismo que resucito por nosotros para darnos la salvación. David Santana comparte: El cristiano católico no puede vivir en la oscuridad porque cristo es la luz que nos guía. Laura Ríos comenta: Es muy humano sentir miedo, pero los que creemos en Jesús, debemos tener la certeza de que él esta con nosotros y en el momento de sentir miedo decirle Jesús yo confío en ti, todo lo puedo en ti, que me fortaleces…

Elizabeth García dice: El miedo, la oscuridad, las tinieblas… ya fueron vencidas. Cristo ha resucitado. Él es la Luz que debe iluminar siempre nuestro pensamiento, nuestra alma, nuestro ser, nuestra vida. Tengámoslo siempre presente y luchemos porque así sea. Amén. Qué Dios los bendiga. Alicia Alegre Riveros comparte: Las personas sin fe y esperanza viven en la oscuridad. Quien tiene luz propia incómoda al que está en la oscuridad.

José Antonio Pérez Díaz dice: La oscuridad aleja de la esperanza, de la trascendencia de una vida que tiene la Luz que brilla, la de Jesús Resucitado. Abramos nuestra alma para vivir con la Luz y así perder los miedos y las inseguridades. Elsa María Guerra comenta: Me gusta mucho la reflexión del Santo Padre. La oscuridad y el miedo es del demonio, y nuestra alma no puede sentirse atraída por ello, y menos nuestro corazón, Cristo ha resucitado. Cuando me ha sucedido, como ser humano que soy, he rezado al espíritu santo y le he pedido que me unja y aleje de mí toda cosa fea que no sea de Dios y he quedado en paz.

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