2016-04-05 14:25:00

Gratitud en Ucrania al Papa Francisco


El reciente llamamiento del Santo Padre por el sufrido pueblo ucraniano ha vuelto a recordar la dramática situación humanitaria en este país europeo

(RV).- Entre los números que señalan la trágica situación, se informa sobre medio millón de personas que tienen necesidad urgente de alimento; también necesitan ayuda 800.000 mil personas, a lo largo de la línea que separa los territorios bajo control del gobierno ucraniano y 2 millones y 700 mil en las zonas fuera de control gubernamental ucraniano. Faltan también medicamentos y casi 2 millones y medio de personas necesitan cuidados sanitarios.

La ayuda que el Papa ha invitado a recoger será distribuida sobre todo a través de las comunidades religiosas a todas las personas necesitadas, sin distinción. El Pontificio Consejo Cor Unum es el encargado de la recogida y de la gestión de los fondos que serán recaudados

El Nuncio Apostólico en Ucrania cuenta la profunda gratitud de los ucranianos por la cercanía, oración y ayuda del Obispo de Roma, que, una vez más, ha expresado su dolor y preocupación ante la violencia que enluta Ucrania y que causa tanto sufrimiento en la población indefensa.  Mons. Claudio Gugerotti, entrevistado por Alessandro De Carolis, nos dice que está siguiendo de cerca la misión de la Iglesia católica para socorrer a los que sufren y ha visitado, también por encargo del Papa, las zonas más asoladas:

«La Iglesia católica se ha movilizado mucho, aún más allá de sus propias fuerzas, con centros de varios tipos de ayuda, de los que se encargan sobre todo las Caritas, pero no sólo. Comedores para pobres, centros de rehabilitación para niños, hogares para acoger a jóvenes madres con sus niños, en situaciones muy graves. Hay una gran necesidad de medicinas: a menudo se opera sin anestesia».

El Papa Francisco ha puesto de relieve en particular el gran sufrimiento de niños y ancianos:

«El 60% de las víctimas son personas ancianas. Hay filas de mujeres que recorren kilómetros a pie, pasan los puestos de control en la zona controlada por las fuerzas ucranianas, para cobrar su pensión y poder comprar algo para sobrevivir. He visto a niños de tercero de primaria que, a raíz de los traumas sufridos, se han olvidado de leer y de escribir. Se necesitará una rehabilitación de años para ayudarlos a superar esta crisis».

Mons. Gugerotti habla de la gratitud hacia el Papa, en especial ante el ‘olvido’ de los medios de comunicación:

«Siento decirlo, pero se habla de este conflicto sólo gracias a las palabras del Papa Francisco. Desde hace tiempo, los medios ya no lo recordaban… Naturalmente en Ucrania hay mucha gratitud hacia el Papa… es un llamamiento a una colecta hecha en Europa y es muy interesante que Europa haga una colecta para sí misma. El Santo Padre no se detiene en consideraciones de carácter estratégico, sino donde hay sufrimiento, él habla y quiere estar cerca».

Las palabras del Nuncio Apostólico en Ucrania, se afianzan en el nuevo apremiante llamamiento del Papa Francisco, el Domingo de la Divina Misericordia para que se detenga la violencia en Ucrania y se impulse la ayuda humanitaria, junto con la iniciativa de convocar una colecta en todas las iglesias católicas europeas, para el V Domingo de Pascua, 24 de abril:

«En este día, que es como el corazón del Año Santo de la Misericordia, mi pensamiento se dirige a todos los pueblos que tienen tanta sed de reconciliación y de paz. Pienso, de manera particular aquí en Europa, en el drama de quien padece las consecuencias de la violencia en Ucrania: en aquellos que permanecen en las tierras trastornadas por las hostilidades que han causado ya varios miles de muertos, y en aquellos – más de un millón – que han sido empujados a abandonarlas por la grave situación que continúa. Las víctimas implicadas son sobre todo ancianos y niños. Además de acompañarlos con mi constante pensamiento y con mi oración, he sentido que tenía que promover una acción de apoyo humanitario en su favor. Con tal fin tendrá lugar una colecta especial en todas las iglesias católicas de Europa el próximo domingo 24 de abril. Invito a los fieles a unirse con una generosa contribución a esta iniciativa. Este gesto de caridad, además de aliviar los sufrimientos materiales, quiere expresar a Ucrania mi personal cercanía y solidaridad y la de la entera Iglesia. Deseo vivamente que esto pueda ayudar a promover sin posteriores retrasos la paz y el respeto al derecho en aquella tierra tan probada».

(CdM – RV)








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