2016-03-05 15:18:00

Programa en español para Guinea Ecuatorial y África


Este Jubileo de la Misericordia es un tiempo favorable para acoger la presencia de Dios, para experimentar su amor y regresar a Él con todo el corazón

Nos detenemos en la celebración penitencial para dar comienzo a la iniciativa ’24 horas para el Señor’, durante el viernes y sábado que anteceden el IV Domingo de Cuaresma, a la que - como pidió el Papa Francisco, en la Misericordiae Vultus (n.17)  - se sumaron todas las diócesis del mundo, para hacer redescubrir el Sacramento de la Reconciliación.

Como el mendigo ciego Bartimeo, roguemos a Jesús que tenga piedad de nosotros, que podamos ver y que podamos seguirlo como discípulos fieles, alentó el Obispo de Roma, haciendo hincapié - como escribió también en la Bula de convocación del Jubileo extraordinario – en que nunca se cansará de insistir en que los confesores sean «un verdadero signo de la misericordia del Padre».

«Que cada hombre y mujer que se acerca a un confesionario encuentre un padre; encuentre un padre que le espera; encuentre el Padre que perdona», deseó el Papa Francisco, tras señalar que «hoy más que nunca, sobre todo nosotros los Pastores, estamos llamados a escuchar el grito, quizás escondido, de cuantos desean encontrar al Señor»

«Estamos llamados a infundir ánimo, a sostener y conducir a Jesús. Nuestro ministerio es el del acompañar, porque el encuentro con el Señor es personal, íntimo, y el corazón se pueda abrir sinceramente y sin temor al Salvador», volvió a recordar el Santo Padre, concluyendo su homilía con la exhortación a acercarnos a Jesús. Pues, cuando lo hacemos, «vemos de nuevo la luz para mirar al futuro con confianza, reencontramos la fuerza y el valor para ponernos en camino».

Y sabemos que «el Señor está presente, sostiene y guía», dijo para exhortar con estas palabras: «Sigámoslo, como discípulos fieles, para hacer partícipes a cuantos encontramos en nuestro camino de la alegría de su amor. Y después el abrazo del Padre, el perdón del Padre, hagamos fiesta en nuestro corazón. Porque Él hace fiesta».

«La posibilidad del perdón está realmente abierta a todos, es más, está abierta de par en par, como la más grande de las ‘puertas santas’, porque coincide con el corazón mismo del Padre,  que ama y espera a todos sus hijos, de forma particular a los que se han equivocado más y están lejos», aseguró asimismo el Papa Francisco en su audiencia a los participantes en el curso anual para confesores, sobre el Fuero interno, organizado por la Penitenciaría Apostólica, dedicado al tema «Pongamos en el centro con convicción el Sacramento de la Reconciliación»

Nos acompaña la Voz de los Peregrinos en la Plaza de San Pedro

(CdM – RV)








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