2016-02-20 10:01:00

Audiencia Jubilar del Papa: Misericordia y compromiso


(RV).- “Que este Jubileo pueda ayudarnos a experimentar el compromiso de Dios sobre cada uno de nosotros y, gracias a ello, transformar nuestra vida en un compromiso de misericordia para todos”.

Lo pidió el Papa Francisco al saludar en nuestro idioma a los fieles y peregrinos que se dieron cita en la Plaza de San Pedro el sábado 20 de febrero para participar en la Audiencia Jubilar. Con la lectura de un pasaje del Nuevo Testamento, tomado de la carta de San Pablo a los Romanos (8, 31a-34) en la que el Apóstol afirma que Dios está con nosotros y que no escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, el Obispo de Roma reflexionó en su catequesis, en pleno tiempo de Cuaresma, sobre la Misericordia y el compromiso.

Refiriéndose al tiempo cuaresmal en el que la Iglesia nos invita a conocer cada vez más al Señor, y a vivir de manera coherente la fe con un estilo de vida que exprese la misericordia del Padre, el Papa Francisco afirmó que se trata de un compromiso que asumimos para ofrecer a los demás el signo concreto de la cercanía de Dios. Por eso –  afirmó – comprometerse es aceptar una responsabilidad con alguien, realizándolo con una actitud de fidelidad, dedicación e interés. En una palabra – dijo – es tener buena voluntad y constancia para mejorar la vida.

(María Fernanda Bernasconi - RV).

Texto del resumen de la catequesis que el Santo Padre Francisco leyó en nuestro idioma:

Queridos Hermanos y hermanas:

El Jubileo de la Misericordia es una oportunidad para profundizar en el misterio de la bondad y el amor de Dios. En este tiempo de Cuaresma, la Iglesia nos invita a conocer cada vez más al Señor, y a vivir de manera coherente la fe con un estilo de vida que exprese la misericordia del Padre. Es un compromiso que asumimos para ofrecer a los demás el signo concreto de la cercanía de Dios.

Comprometerse es aceptar una responsabilidad con alguien, cumpliéndolo con una actitud de fidelidad, dedicación e interés; es tener buena voluntad y constancia para mejorar la vida.

Dios se ha comprometido con nosotros. Primero, al crear el mundo y conservarlo, no obstante nosotros nos esforzamos en destruirlo. Pero su compromiso más grande ha sido darnos a Jesús y, en él, se ha comprometido plenamente restituyendo esperanza a los pobres, a cuantos estaban privados de dignidad, a los extranjeros, a los enfermos, a los prisioneros, y a los pecadores, que acogía con bondad. A partir de este amor misericordioso, nosotros podemos y debemos corresponder a su amor llevando a los demás la misericordia de Dios, con un compromiso de vida que sea testimonio de nuestra fe en Cristo.

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, así como a los grupos venidos de España y Latinoamérica. Que este Jubileo pueda ayudarnos a experimentar el compromiso de Dios sobre cada uno de nosotros y, gracias a ello, transformar nuestra vida en un compromiso de misericordia para todos. Muchas gracias.








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