Programa en español para Guinea Ecuatorial y África

La Iglesia brilla con la luz de Cristo, no con luz propia

Dedicamos nuestro espacio a la Solemnidad de la Epifanía del Señor, con el Papa Francisco

(RV).- «Estamos llamados a ir a Belén para encontrar al Niño y a su Madre», reiteró el Obispo de Roma, haciendo hincapié en que la misión de la Iglesia es la de hacer resplandecer la luz que Dios nos da -  que es la luz que proviene del rostro de Cristo lleno de misericordia – para guiar a los pueblos por el camino de la paz. Ante Jesús no hay distinción de raza, lengua, ni cultura.

En su homilía en la Solemnidad de la Epifanía del Señor, el Sucesor de Pedro señaló que «nos sentimos urgidos, sobre todo en un momento como el actual, a escrutar los signos que Dios nos ofrece, sabiendo que debemos esforzarnos para descifrarlos y comprender así su voluntad».

Pidiendo que una vez que estemos ante Cristo lo adoremos con todo el corazón, y le ofrezcamos nuestros dones: «nuestra libertad, nuestra inteligencia, nuestro amor», el Santo Padre recordó que «la verdadera sabiduría se esconde en el rostro de este Niño. Y es aquí, en la sencillez de Belén, donde encuentra su síntesis la vida de la Iglesia. Aquí está la fuente de esa luz que atrae a sí a todas las personas en el mundo»

E introduciendo el rezo del Ángelus, el Papa Francisco invocó a «la Virgen María, que acogió a los Magos en Belén, para que nos ayude a levantar la mirada de nosotros mismos, a dejarnos guiar por la estrella del Evangelio para encontrar a Jesús, y a saber abajarnos para adorarlo. Así podremos llevar a los demás un rayo de su luz, y compartir con ellos la alegría del camino».

(CdM - RV)