2016-01-08 19:46:00

La carne de Cristo y su prolongación en aquella del que sufre es el criterio para discernir la voz interior de Dios, dice Francisco


REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz

Si Dios habla interiormente a cada uno, en medio de otras voces interiores, el criterio para discernir la voz de Dios es la carne misma de Cristo y su prolongación en el hermano que sufre.

Francisco dijo el 7 de enero de 2016 que el criterio que nos da el apóstol Juan para discernir la voz interior de Dios es que “todo espíritu que reconoce a Jesucristo que vino en la carne, es de Dios, y todo espíritu que no reconoce a Jesús, no es de Dios”.

“El criterio es la Encarnación –insistió Francisco-. Yo puedo sentir tantas cosas dentro, incluso cosas buenas, ideas buenas. Pero si estas ideas buenas, estos sentimientos, no me conducen a Dios que se ha hecho carne, no me conducen al prójimo, al hermano, no son de Dios.  Si el espíritu viene de Dios me lleva al servicio a los demás”, “el servicio al prójimo, al hermano, a la hermana que tiene necesidad”, que “tiene necesidad incluso de un consejo, que tiene necesidad de ser escuchado”, “estos son los signos de que vamos por el camino del buen espíritu, es decir, el camino del Verbo de Dios que se ha hecho carne”.

“Pidamos al Señor la gracia de conocer bien qué cosa sucede en nuestro corazón… si es el espíritu de Dios que me lleva al servicio de los demás, o el espíritu del mundo que gira en torno a mí mismo, a mis cerrazones, a mis egoísmos, a tantas otras cosas”.








All the contents on this site are copyrighted ©.